Francisco Quesada está al frente, desde 2013, del Colegio de unas de las profesiones técnicas más antiguas de este país, la de aparejadores y arquitectos técnicos que han sufrido y viven la crisis a flor de piel. La institución tiene sus cuentas al día pero para ello han tenido que pasar en los últimos años por momentos duros, como el despido de algunos de los trabajadores de la entidad al no llegarse a un acuerdo para un expediente de regulación de empleo. “Un trago muy malo”, asegura, “pero en la vida hay que tomar decisiones y si el Colegio hoy día está saneado es porque en su día se tomaron las decisiones que se tuvieron que tomar”.
No es tan buena la situación de la profesión “con unos índices de paro considerables”, pasando del pleno empleo, durante el boom del ladrillo, “cuando era complicado encontrar a un aparejador o arquitecto técnico que se pudiese hacer cargo de un trabajo”, a una tasa de paro en torno al 60 por ciento. Aunque también reconoce que los datos están mejorando.
En este sentido, se califica a él mismo y a sus compañeros de profesión como camaleones. “Si hay obra se hace obra, si no se hacen tasaciones, peritaciones, informes, somos el técnico de cabecera, y siempre el ciudadano se dirige a nosotros y lo guiamos hacia un lado o hacia otro”.
Ese aspecto camaleónico, que no se centra solo en el trabajo a pie de obra, es lo que les ha llevado en las últimas semanas al conflicto con el Colegio de Arquitectos. Un conflicto que por lo demás, asegura que se repite con el paso de los años, como en 1935, 1965... Se trata de profesiones con muchos puntos en común que están obligadas, incluso por ley, a entenderse.
Pero que, como explica Francisco Quesada, “es consecuencia de que estamos muchos para tan poco trabajo, y si en lugar de construirse 260 viviendas, se hubiesen hecho 1.800 no estaríamos ahora peleándonos por hacer cuatro informes.”
Estos informes a los que se refiere son entre otros los de la Inspección Técnica de Edificios o los preceptivos para la regularización de viviendas fuera de ordenamiento jurídico, las llamadas ilegales. Francisco Quesada insiste y así lo corrobora con informes realizados por su asesor fiscal y el de los distintos colegios provinciales, una circular del Ministerio de Fomento y las últimas sentencias, entre ellas una del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que son competentes. De hecho, ya han visado unos 140.
El problema, asegura, es que “hay funcionarios que están confundiendo al ciudadano” y si en un documento pone el técnico competente, es donde algunas personas obvian que puede ser también un arquitecto técnico, en favor de un arquitecto.
ITE
Para Francisco Quesada el problema no es la realización de la Inspección Técnica de Edificios, los certificados de eficiencia energética o la evaluación de edificios, que vienen a paliar la crisis en el sector, sino que “se ha hecho a las bravas, con un desfase” sin estar acompañados por una subvención para las personas que no podían hacer frente a los mismos.
En cualquier caso explica que hay un miedo terrible a las ITE y hay que tener las ideas claras. Porque no son costosas, unos 80 euros para diez años, lo que comparado con las ITV de los vehículos es mínimo. Lo que sí pude ser más costoso son las reparaciones que puedan llevar consiguo. “Es verdad que hay viviendas en el casco antiguo que pueden tener ciertos problemas, pero yo no me atrevería a decir un estado ruinoso”, asegura. Porque una cosa es que les falten condiciones de habitabilidad y otra es que se caigan, que las hay. Pero en general, considera que están mucho mejor de lo que se podría pensar cuando se empezó las ITE. “Aquí el problema está en fallando en las partidas presupuestarias que tenía que haber y de cara a la rehabilitación de viviendas. Hemos pasado de años muy buenos en los que había dinero para todo, a ahora que no hay dinero para nada.
Los puentes
Respecto al futuro de la zona de Los Puentes, cree que dentro de veinte años estarán igual, con los mismos servicios, aunque desea que no sea así. En este sentido, cree que los últimos avances para la legalización de las viviendas en la zona, es además de un tema complicado, una solución de cara a que los ciudadanos puedan tener regularizada una situación que les permita salir de un limbo jurídico y tener unos servicios, poder escriturar y registrar, pero la vivienda sigue siendo alegal. Aunque, a él lo que más le preocupa son los vertidos, porque se puede estar contaminando pozos de los que extraemos agua, que en muchos casos no se utiliza para beber.
“Los veo complicado, pero se ha dado un paso adelante y hay una cosa que es buena, se han delimitado las zonas inundables. Porque lo que no podemos es caer en el error de que se siga construyendo en los cauces. Va a haber viviendas que estarán en situación muy delicada y que seguramente haya que demoler, pero el río no entiende de escrituras”.
Una historia colegial que comenzó un 29 de mayo de hace 75 años
Un 29 de mayo de 1940 se constituía el Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Jaén, siendo uno de los primeros de España. Ahora, cuando se cumplen 75 años de esa efemérides la entidad quiere celebrarlo con una serie de actividades especiales. Así lo explica Francisco Quesada, que destaca el hecho de que este año , de forma excepcional se unirán todos los concursos que suelen celebrar en años separados, como los tradicionales de fotografía o pintura.
También se quiere recuperar el concurso de albañilería, que no se celebra desde 1998, “una cosa bonita que pone en valor la profesión”.
La celebración de una capea o la cena de hermandad el 29 de mayo, la entrega de insignias y medallas con un acto algo más especial, o una exposición de enseres y documentos donde se pueda ver la trasformación de la profesión a lo largo de su historia.
Además, de la visita a la patrona de la Diócesis, en el cerro del Cabezo y al patrón de los aparejadores, San Juan de Ortega, en la localidad del mismo nombre en Burgos, hay otras actividades que estan preparando y que se reservan por no estar confirmadas.
Sí se han puesto ya en marcha para reunirse con con los compañeros de la provincia, dividida en nueve partidos o comarcas. Primero escuchan su problemática y después mantienen un encuentro con los alcaldes. Ya han solicitado reuniones en Andújar, Linares y Cazorla y empezarán, posiblemente en marzo, por el que antes lo demande. El objetivo es tener una idea de la situación a la que se enfrentan los compañeros de la provincia y ofrecer su ayuda.
Una forma de que se valore, desde dentro y desde fuera, la historia de un Colegio y de unos profesionales herederos de los maestros de obras, que durante siglos dirigieron la ejecución material de las obras de importantes edificios del país.
Profesión
El arquitecto técnico tiene ahora, según Francisco Quesada, dos problemas fundamentales: la competencia desleal, ya que por la crisis se están tirando los precios y una serie de fricciones con otros colectivos.
Colegiados
En la actualidad son cerca de 600 colegiados, aunque llegaron a ser 640. Pero la crisis ha obligado a compañeros a darse de baja porque se necesita en torno a 4.000 euros de gastos fijos para poder ejercer.
Competencias
Francisco Quesada insiste en que no son ayudantes de nadie y sí competentes para realizar una serie de informes. Frente a la falta de información se están esforzando en darlo a conocer, luchando porque se les escuche.
Tranvía
Habla como ciudadano, ya que no se considera experto en temas de movilidad. Pero le da pena ver una infraestructura terminada de la que no se hace uso. Él la pondría en marcha y después analizaría su rentabilidad social.
