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Huelva

Demuestran que el uso de fosfoyesos mejora las propiedades del alquitrán para carreteras

Por encima de los 60 grados, el alquitrán pierde elasticidad, originando en el firme las llamadas roderas, una especie de surcos longitudinales en los que se almacena agua produciendo problemas de aquaplaning

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El grupo de investigación Ingeniería de Fluidos Complejos de la Universidad de Huelva ha demostrado en un estudio que algunas de las propiedades del betún asfáltico (alquitrán) utilizado en carreteras se pueden mejorar añadiendo fosfoyeso.

Este material es un residuo procedente de la industria de fertilizantes que está formado, entre otros elementos, por óxidos de fósforo que pueden modificar características como la flexibilidad, la elasticidad y la resistencia del betún, propiedades que se ven afectadas con los cambios de temperatura, ha informado la Fundación Descubre en una nota

Tras sus ensayos, los expertos han obtenido un alquitrán que mejora sus cualidades originales y que, por lo tanto, podría evitar algunos defectos típicos de las vías, como grietas superficiales, ondulaciones o roturas profundas.

Para la realización de las pruebas, los investigadores mezclaron el betún con fosfoyeso y los compuestos de fósforo, cuya capacidad modificante ya había sido demostrada en otros países, a los que se les unió una pequeña concentración de un agente activante, un ácido.

La mezcla resultante fue sometida, en ensayos de laboratorio, a temperaturas similares a las que se alcanzan en las carreteras en verano y en invierno.

Así, por encima de los 60 grados, el alquitrán pierde elasticidad, originando en el firme las llamadas roderas, una especie de surcos longitudinales en los que se almacena agua produciendo problemas de aquaplaning.

Los ensayos demostraron que el fosfoyeso aditivado imparte elasticidad al betún, mejorando esta cualidad, "a alta temperatura, producimos un alquitrán más elástico lo cual podría evitar este deterioro del pavimento", ha precisado el investigador principal de este proyecto, Francisco Javier Navarro, de la Universidad de Huelva.

La utilización del fosfoyeso también afectó de manera positiva a otra de las propiedades del betún asfáltico, la flexibilidad, ya que por debajo de los cinco o diez grados, el material se vuelve frágil y se fractura siendo la consecuencia la aparición en carreteras de montaña o del Norte del país de unas fracturas transversales, de lado a lado del pavimento, que perjudican la circulación.

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