El tiempo en: Marbella

San Fernando

El chirriar del CEFOT-2

Hasta ahora se han ido eliminando instalaciones militares y no nos han dado nada a cambio. Pobre argumento, pero no da para más. En casa del pobre el perro es el último.

Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai
Publicidad AiPublicidad Ai Publicidad Ai

La postura del alcalde de San Fernando, José Loaiza, sobre la posibilidad de que el Centro de Formación de Tropa número 2 (CEFOT-2) de Camposoto desaparezca en beneficio de Cáceres podría quedar fuera de este editorial si alguien considera que es parte o fue parte del asunto que se trata, porque al fin y al cabo, aquella fue su casa. Además de que nunca ha apostado por mover un dedo porque es gastar fuerzas para nada, vino a decir en una entrevista en enero de 2012.

La postura del líder de los andalucistas de San Fernando, Francisco Romero, pidiendo unión en defensa de las instalaciones cuando históricamente ha sido el Partido Andalucista el que ha hecho los mayores planes sobre esos terrenos e incluso firmó un protocolo con el Gobierno del Partido Popular para desafectar una parte de lo que quería, también daría lugar a más de un comentario sobre la debilidad de los convencimientos.

Y la postura de los socialistas, que se montaron en el carro de la desafectación en 2003 con Camposoto libre y el Ejército deTierra a San Carlos, que ahora no hacen falta cañones tan grandes y sí más precisos, hasta podría chirriar escuchando a la portavoz del PSOE, Patricia Cavada, defendiendo los seis millones de euros que dejan los militares de caqui y aprovechando para lanzar un dardo al Gobierno del PP porque se tratará de una decisión suya. Y podría chirriar porque no hay que olvidar que en ocho años de Gobierno del PSOE no  se desafectó ni siquiera lo que estaba contemplado en el protocolo de 2011.

Todo chirría en este asunto y todo suena raro si no fuera porque hay un argumento que armoniza las discordancias. Hasta ahora se han ido eliminando instalaciones militares y no nos han dado nada a cambio. Pobre argumento, pero no da para más. En casa del pobre el perro es el último.

TE RECOMENDAMOS

ÚNETE A NUESTRO BOLETÍN