Un tribunal de Uganda ha condenado este lunes a tres años de prisión a una enfermera infectada con el VIH a la que ha declarado culpable de negligencia por su presunta responsabilidad en la transmisión del virus a un niño de dos años de edad.
El tribunal ha declarado culpable a Rosemary Namubiru de utilizar una aguja con la que se pinchó sin querer para poner una inyección al niño, según ha informado la cadena de televisión británica BBC.
Sin embargo, el niño no ha dado positivo en las pruebas médicas que se le han realizado, y el juicio ha sido duramente criticado por activistas, que han denunciado que el proceso forma parte de una campaña de estigmatización contra las personas que sufren sida.
Namubiru, que tiene 30 años de experiencia, ha asegurado durante el juicio que tuvo dificultades encontrando una vena en la que administrar el intravenoso y que fue entonces cuando se pinchó accidentalmente, garantizando que no tuvo intención alguna de infectar al niño.
Por su parte, el padre del niño ha aplaudido el veredicto y ha expresado su deseo de que el presidente, Yoweri Museveni, apruebe el proyecto de ley --ya aprobado por el Parlamento-- que criminaliza la transmisión del VIH.