Agentes de la Policía Nacional detuvieron el pasado día 29 de abril en el aeropuerto de Málaga a un hombre de 44 años por un presunto delito de simulación de delito, ya que había denunciado el robo de una tableta y de documentación en dichas instalaciones, algo que se comprobó que era falso.
Según han explicado desde la Comisaría de Málaga en un comunicado, el ahora detenido había denunciado unos días antes haber sido víctima de un robo con violencia e intimidación por la modalidad del tirón. Le habían sustraído, según dijo, una tableta y distinta documentación.
Además, en su denuncia, facilitaba las características físicas del asaltante, indicando que era un chico joven, de 20 a 25 años, que vestía sudadera con capucha y llevaba puesto un casco y que tras cometer el robo salió corriendo marchándose en un ciclomotor de color negro que tenía arrancado en el exterior.
La Policía inició las pesquisas para la comprobación de los hechos y su total esclarecimiento. Así, en esa investigación, los agentes intentaron contactar con el denunciante en varias ocasiones, pero se mostró remiso a acudir a las dependencias policiales argumentando que se encontraba de vacaciones en América Central.
No obstante, durante las investigaciones policiales, el denunciante realizó una ampliación de la denuncia inicial en la que comunicaba que de forma sorpresiva alguien había dejado en el portal de su domicilio la tableta sustraída, según han precisado desde la Policía.
Pero, sin embargo, los agentes pudieron constatar que los hechos "no se habían producido tal y como había narrado la presunta víctima y que lo que ésta había denunciado era falso", según han manifestado desde la Comisaría, por lo que el hombre fue detenido y puesto a disposición judicial.
Desde la Policía Nacional han explicado que fingir ser víctima de una infracción penal o denunciar una inexistente está recogido en el artículo 457 del Código Penal, entre los delitos contra la Administración de Justicia, y está penado con una multa de seis a 12 meses.
Así, han recordado que los agentes investigan todas las denuncias que se realizan para actuar en consecuencia contra los presuntos autores, pero han incidido en que si se demuestra la falsedad de lo manifestado, la supuesta víctima se convierte en autora de una infracción penal.
