Torremolinos contará desde el próximo verano con una nueva infraestructura de gran interés turístico, una vez concluyan los importantes trabajos de rehabilitación que desarrolla el Ayuntamiento en el emblemático inmueble de la “Casa de los Navajas”, cuya tercera y definitiva fase está ya en curso, como ha confirmado este mediodía el alcalde de Torremolinos, Pedro Fernández Montes, durante una visita de inspección realizada a estas obras acompañado por el primer teniente de alcalde, Ramón del Cid, y la concejala de Urbanismo, Patricia Ojeda.
A la puertas del recinto, en la zona del Bajondillo, el alcalde fue recibido por el arquitecto responsable de estos trabajos, Amando Alonso, junto a la también arquitecta María de los Ángeles Alonso, con quienes, junto a otros técnicos, ascendió por las escaleras principales hasta el edificio, en cuyo exterior analizó las opciones de acceso para el futuro uso ciudadano del inmueble.
A continuación, Pedro Fernández Montes visitó el interior de la “Casa de los Navajas”, donde conoció detalles de los trabajos en curso y se interesó por los usos previstos de las distintas estancias, así como diferentes detalles del proceso de rehabilitación.
El alcalde de Torremolinos destacó que, “inmersos ya en la tercera fase de este proyecto, hay que tener en cuenta que rehabilitar un inmueble de estas características es difícil y costoso, y aún más tratándose de un edificio protegido, lo que ha supuesto una dificultad añadida, en la medida en que ha habido que buscar personal especializado que sepa ejecutar la obra para dejar el edificio prácticamente como estaba”.
En cuanto a la finalización de estos trabajos, Pedro Fernández Montes confió en que “si todo va bien, para este verano esté concluida la obra, lo que permitirá ya el uso del inmueble por parte del Ayuntamiento”.
Asimismo, en relación con el uso futuro de la “Casa de los Navajas”, el máximo responsable municipal señaló que “hay quien, fruto del desconocimiento, ha sugerido la posibilidad de instalar aquí un museo”, hipótesis que descartó “puesto que este edificio tiene, en esta planta baja, unos 199 metros cuadrados, y en la superior sólo 28 metros cuadrados, y cuenta sólo con dos únicas salas diáfanas, obtenidas de los antiguos dormitorios, siendo lo demás son recovecos, de manera que en modo alguno reúne los requisitos necesarios para ese fin”.
En este contexto, Pedro Fernández Montes concretó que “hemos pensado que el inmueble se dedicará a acoger bodas, lo que sin duda tendrá una gran aceptación, tanto por la gran belleza del inmueble como por su carácter emblemático, y sin duda va a ser muy atractivo para los ciudadanos”
En todo caso, el primer edil no descartó que el Ayuntamiento se plantee en un futuro cualquier otro uso, como por ejemplo algunas exposiciones ocasionales, pero añadió al respecto que “el Ayuntamiento tiene que ser cuidadoso en cuanto al gasto y, contando ya con tres salas de exposiciones, con un personal fijo, incluir ese nuevo uso para este inmueble comportaría también el traslado de personal, con el correspondiente gasto, y tenemos que ser cuidadosos en este sentido…”.
Tras afirmar que “lo importante es que este magnífico edificio se va a recuperar”, el alcalde destacó “que la fachada artística es extraordinaria, de gran atractivo, y que en el interior se está realizando un gran trabajo respetuoso con las características del inmueble, que debemos recordar que era una vivienda, habiéndose reconvertido la distribución del espacio en una sala de diáfana de nueva creación, que es donde tendrán lugar las bodas”.
Por último, Pedro Fernández Montes dijo que, “frente a algunas barbaridades que se han comentado, hay que recordar que el Ayuntamiento compró esta Casa, lo que mucha gente no sabe, mediante el desarrollo de la compensación de este Sector, y el Ayuntamiento renunció al dinero que le pertenecía a cambio de la propiedad del inmueble, que se pagó muy bien porque yo sabía que se trataba de una reivindicación del pueblo de Torremolinos que había que conseguir como fuera…”.
La “Casa de los Navajas”, levantada en 1925, se trata de una construcción neomudéjar con retoques mozárabes de interés histórico y gran belleza, que se encontraba en un estado muy deteriorado cuando su propiedad pasó al Ayuntamiento de Torremolinos, lo que aconsejó la puesta en marcha de la primera de las fases de este ambicioso proyecto de rehabilitación, centrada sobre todo en la consolidación de algunos espacios interiores y primera mejora del exterior del edificio.
Como destacó el alcalde de Torremolinos, al tratarse de una actuación muy especializada, los trabajos que se han venido desarrollando han sido siempre muy especializados, habiendo requerido el uso de materiales de construcción que prácticamente ya no existen, por lo que en muchos casos ha habido que buscarlos y tratarlos de modo artesanal para mantener con ello la fisonomía y espíritu de este espléndido edificio que muy pronto se incorporará a la lista de lugares más representativos de la oferta turística de Torremolinos.
