El carguero holandés que encalló el pasado domingo en el río Guadalquivir, a la altura de Trebujena (Cádiz), ha sido reflotado esta madrugada con la ayuda de tres remolcadores, tras lo que se ha dirigido al puerto de Sevilla.
Según ha informado la Dirección General de la Marina Mercante, después de que desde el pasado miércoles varios buques dragaran la zona para apartar los lodos y sedimentos que rodeaban al barco, los ingenieros determinaron que durante la primera pleamar de hoy, en torno a las 4 de madrugada, era el momento idóneo para concluir la operación.
Para llevar a cabo el reflotamiento, según el plan presentado el martes a la Capitanía Marítima de Sevilla, el armador del "Citadel" ha contado con la empresa Svitzer, una de las grandes especialistas mundiales que ha participado en acciones complejas similares en aguas españolas.
El encallamiento de este buque, de 110 metros de eslora y 6,25 metros de calado y cargado de fertilizantes, ha reanimado la polémica en torno al dragado del río Guadalquivir para facilitar el acceso de grandes barcos al puerto de Sevilla, al que se oponen colectivos ecologistas y partidos políticos como Izquierda Unida.
En este sentido, IU ha expresado en un comunicado que aumentar el calado del río es una "operación salvaje", de terribles consecuencias para el ecosistema del propio río, la actividad pesquera y la turística con el único objetivo de generar "ingentes beneficios en determinadas empresas".
Aunque los primeros indicios apuntan a la niebla como la causa más probable de que el barco se introdujera en uno de los meandros del río y quedara en perpendicular a la corriente, habrá que esperar a las conclusiones de la investigación del Ministerio de Fomento para determinar si hubo o no negligencia.