Para empezar, son realmente buenos como cantantes y están bien acompañados por una banda que imprime el carácter que requiere el estilo que se vende. O sea, que son cañeros pero de ahí no pasan, que no en vano los presentan como los “antihéroes”, un concepto comercial que llega a todos. Sobre todo a la juventud, que de eso se trata.
Llegaron a San Fernando después de muchos conciertos por toda España en los que están metiendo a 10.000, 15.000 ó 20.000 personas, muchas para un grupo casi nuevo. Hasta que llegaron a la provincia de Cádiz, concretamente a San Fernando, y se enfrentaron con la cruda realidad.
Algo más de un millar de personas para recibirlos con un grito colectivo ensordecedor y parte de las cuales llevaban muchas horas esperando en la puerta. Se lo podían haber ahorrado, pero por si acaso.
En su inmensa mayoría chicas, aunque también chicos, muchos menos, y de un poco más de edad, no se sabe si fan del grupo Auryn o acompañando a su prole. No importa ni una cosa ni otra porque el estilo de los chicos llega a muchos oídos y como se decía al principio, son realmente buenos, tanto ellos como el producto en general.
Para los aficionados al fútbol, pueden estar tranquilos porque el escenario estaba fuera del terreno de juego y el público junto al escenario y en las gradas. En medio, un vacío que es de esperar que no pague la Tertulia Flamenca de la Isla, entidad organizadora del concierto que busca fondos para poder comprar o alquilar otra sede social después de haber perdido la que tenían en la calle Galera.
Ayer pedían al menos 3.000 personas en el estadio Bahía Sur. No pudo ser. Esto es La Isla. Aquí nadie pasó de 5.000 espectadores en el campo de la Bazán cuando no había crisis. Ahora, al parecer, el baremo ha bajado hasta los 1.500. Y eso, con mucha suerte.
