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“Soy buscador del brebaje que me ayude a interpretar”

Juan Báez es un músico arcense que ama la música. Está agradecido a la agrupación musical Vicente Gómez Zarzuela porque es su casa, el lugar donde con más asiduidad ha desarrollado su arte. Toca muchos instrumentos, pero dice que no hay instrumento musical más perfecto que la voz humana

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  • Juan Báez. -

La música es el sonido de lo sagrado. La música, como todo, comenzó para halagar a los dioses, para invocar su protección, para saludar las cosechas o quejarse de las calamidades.  Hay muchas músicas, pero todas van al alma a través de los sentidos, a través del ritmo y la armonía. Entre el tam-tam de las razas primitivas y los acordes eléctricos de la banda urbana más recóndita, el mismo interés por emocionar, por convocar a través del sonido a esa incógnita que llamamos belleza, a ese escalofrío armónico que llamamos ritmo.


Juan Báez es un músico arcense que ama la música. Está agradecido a la agrupación musical Vicente Gómez Zarzuela porque es su casa, el lugar donde con más asiduidad ha desarrollado su arte. Toca muchos instrumentos, pero dice que no hay instrumento musical más perfecto que la voz humana. Eso es cierto y cualquiera de nosotros que haya oído a las divas María Callas o Ana Netrebko, o a los cantaores Camarón o Terremoto puede dar fe de ello.
Juan Báez toca, compone, pero sobre todo estudia. Estudia porque quiere ser un gran músico para expresar y ofrecer a los demás la sed de armonía que lleva dentro. 

—Cualquiera que se fije un poco, puede ver cómo ama usted la música nada más que viéndole desfilar con la agrupación musical de nuestro pueblo "Vicente Gómez Zarzuela".  Disfruta tocando, ¿verdad?
—Yo, a parte de disfrutar tocando, disfruto con mis compañeros y amigos músicos.  La banda de música dirigida por el maestro Ibáñez,  siempre será mi casa, mi familia, porque ésta ha sido la que me ha quitado de la calle, el rincón de mi sufrimiento, el escondite de mis inspiraciones, una escuela en la que la que aprendí que para ser alguien en la vida hay que ser buena persona, un profesional, tener suerte y guiarse por lo que te diga tu corazón, para mí, esto último, es el principio del destino final.


—¿Cuál es su instrumento preferido?
—Mi instrumento preferido es el conocimiento, el intentar formarme cada día más para poder descifrar el misterio de la música. Las personas desde que nacen están en constante búsqueda, yo soy buscador del brebaje que me ayude a interpretar, a escribir y a dirigir lo que yo siento, cuando percibo el dialogo de la música.


—La música es una emoción sin palabras, una armonía que nos llega al alma a través del cuerpo. ¿Qué es para usted la música?
—La música para mi es el oficio más complejo del mundo, es una meditación constante para percibir y recibir la pócima que tu duende te dé; pero ese duende algunos lo tienen y otros no. El músico hace sonar el instrumento moviendo los dedos, el compositor pone unas notas musicales en un papel, y el director hace música con sus gestos y moviendo sus brazos. Todo esto tiene que llegar al alma de una persona que te está escuchando detrás de ti, un público que es el que te va a dar de comer con sus asistencia y que puede saber o no de música, si sabe música te puede valorar, pero si no sabe de música lo que predomina es el gusto, y ¿Qué se sabe del gusto?, hasta hoy en día sobre el gusto no hay nada escrito, como digo el oficio más difícil del mundo.


—¿Cuáles son sus estudios musicales?
—Soy Licenciado en Música, tengo el título de Profesor Superior de Clarinete, actualmente estudio en el Conservatorio Superior de Música "Manuel Castillo" de Sevilla, 3º curso de Grado en Composición y 1º curso de Grado en Dirección.


—¿Y sus músicos preferidos?
—Músicos preferidos tengo pocos, pero si tengo mis géneros de música preferidos.
En la música clásica me gusta todos los estilos, Renacimiento, Barroco, Clasicismo, Romanticismo, Música Contemporánea, etc...
También admiro la música de Cádiz que es el Carnaval y sobre todo me encanta el Flamenco. No hay nada en el mundo que transmita más sentimientos que un cantante, un instrumentista puede ser un fenómeno, un compositor puede escribir maravillas y un director puede ser un genio de la batuta, pero como el duende del flamenco y el ángel de los carnavales no existe nada, que te pueda llegar tanto al corazón y alma, porque la voz humana es el instrumento más perfecto que existe.


—Ha compuesto usted hace poco una sinfonía poniendo música a Nos guarde Dios, España, un poema de Pedro Sevilla. ¿Le ha resultado grato?
—No es una Sinfonía realmente como forma. Es una obra modal con armonía en movimiento cromático con una orquestación para dos clarinetes, una trompa, un piano y un cantante barítono. Cuando se escribe para una obra poética de un autor, tienes que poder introducirte dentro de las palabras del poema, para intentar descifrar la estructura del mismo y así poder darle forma a la música. Como se ve, es una cosa bastante  compleja. El poema es una maravilla, una melodía traducida a palabras, yo sigo pensando que la música no ha estado a la altura del poema, aunque D.Pedro Sevilla diga, que la obra la he mejorado.


—También parece que tiene el proyecto de escribir una Ópera. ¿No se para usted ante nada?
—En la vida no hay que pararse ante nada, siempre que la razón del destino final no sea forzada, porque todo lo que se fuerza no da ningún resultado.
Ya estoy empezando a escuchar y analizar Óperas de diferentes autores, tengo la intención de escribir en este género, sin duda alguna es todo un reto, hay que escoger un buen libreto, componer la música y luego orquestarla e instrumentarla para orquesta sinfónica. Todavía no me siento preparado, pero con ilusión, voluntad, estudio y sacrificio se puede conseguir cualquier cosa, y a parte tener mucha suerte.


—¿Cuáles son sus proyectos a corto plazo?
—Tengo la intención de formar una escolanía (coro de voces blancas) en Arcos de la Frontera, ya que aquí no existe esta modalidad, con ello se le daría difusión a la Música Sacra y por supuesto a la Música Coral. La finalidad es participar en concursos, galas y proyectos benéficos, asistir a congresos y encuentros con diferentes coros y escolanías a nivel nacional y en un futuro a nivel internacional, el objetivo será siempre fomentar la música y que los niños disfruten.


—Muchas gracias por todo. Un abrazo.

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