Eran las nueve menos cinco de la noche cuando unos padres que habían pasado la tarde en el parque Nuestra Señora del Carmen de Estepona regresaban caminando a casa. Uno de ellos se percató de la presencia del cuerpo de un bebé sumergido bocarriba en la fuente, totalmente inmóvil. Sin pensárselo dos veces se introdujo en el agua, cogió el cuerpo del pequeño y lo pasó a otro de los viandantes. "Estaba amoratado y tenía las extremidades rígidas, aunque tenía pulso", relataba uno de los salvadores.
Inmediatamente se llamo al 112, que por teléfono dio instrucciones de cómo atender al pequeño. El bebé, de un año, tuvo la suerte de que en el parque se encotnraba también un Guardia Civil, que le practicó los primeros auxilios.