El consejero de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Luis Planas, junto al alcalde de Córdoba, José Antonio Nieto, han visitado este jueves Los Sotos de la Albolafia, espacio natural ubicado en pleno casco urbano de Córdoba y que comprende la zona delimitada entre el Puente Romano y el Puente de San Rafael, para conocer de primera mano las obras de restauración vegetal, a las que la Junta destina 300.000 euros, reanudadas en febrero y con las que se busca propiciar una mayor biodiversidad en este enclave protegido y de alto valor medioambiental.
Esta iniciativa de la Junta de Andalucía, que cuenta con un presupuesto total de 299.817 euros y se cofinancia por el fondo Feader, permitirá impulsar los valores socioculturales de este espacio protegido y se desarrolla en el marco del Plan Andaluz de Medio Ambiente, la adecuación del Plan Forestal Andaluz, el Plan Andaluz de Humedales, la Estrategia Andaluza de Desarrollo Sostenible y el Plan Hidrológico del Guadalquivir, según informa el Gobierno andaluz.
En ese sentido, el consejero ha llamado la atención sobre "la rica y diversa avifauna de Los Sotos de la Albolafia, declarado por la Junta monumento natural en octubre de 2001, en cuya superficie de 21,3 hectáreas se han detectado 120 especies de aves, una cifra sorprendente si se tiene en cuenta su pequeña extensión y proporcionalmente tan importante a la de cualquier reserva natural".
De la avifauna característica de Los Sotos, protegida en su mayoría por Ley, destacan importantes poblaciones de garcilla bueyera, calamón y morito, siendo este último una especie de ibis muy raro en España y una verdadera joya de la fauna ibérica, junto a otros de los pobladores de este monumento natural como la garcilla cangrejera, catalogada en peligro, y el águila pescadora, una de las rapaces más amenazadas de la Península.
Según ha destacado el consejero, "el uso de esta zona como área de cría por las aves acuáticas y como dormidero por parte de muchas más especies, obliga al mantenimiento de la vegetación acorde a ese fin". Asimismo, se ha referido al interés de estas actuaciones selvícolas por preservar la belleza paisajística de Los Sotos y sus alrededores, encuadrados en el entorno monumental más visitado de la capital cordobesa, con la Mezquita-Catedral, el Alcázar de los Reyes Cristianos, el Puente Romano y la Torre de la Calahorra.
Las tareas de restauración vegetal en los Sotos de la Albolafia se vienen centrando en la eliminación de especies exóticas arbóreas y arbustivas y en la repoblación de la margen izquierda del río, con la creación de teselas de vegetación. Para Planas, "los trabajos de manejo de la vegetación de este entorno natural suponen un hito en cuanto a la realización de trabajos forestales en plena ciudad, como es el caso de desbroces mecanizados con proyecciones de partículas, quemas de residuos, apeo de árboles de grandes dimensiones, recogida de residuos biológicos, etc".
Está previsto que dichos trabajos se prolonguen hasta 2014, ya que se realizarán atendiendo a ciclos naturales como la reproducción de aves, las crecidas o el riesgo de incendios.
SOTOS DE LA ALBOLAFIA
El monumento natural Sotos de la Albolafia es un tramo del Guadalquivir con zonas inundables, pequeños afloramientos, barras e islotes, producto de las diferentes fluctuaciones históricas en el nivel del agua del río a su paso por la ciudad de Córdoba. Este espacio, que toma su nombre de la vieja noria árabe que existe en el paraje, incluye antiguas edificaciones relacionadas con el uso del agua, concretamente, la Noria de la Albolafia, el Molino de En Medio y Molino de Téllez o Pápalo Tierno.
La flora de este paraje es muy variada y principalmente de ribera, constituida por especies de sauces, álamos, adelfas, zarzas, carrizos, tarajes, fresnos, eucaliptos e incluso alisos. En las orillas, y sobre todo en los islotes existentes casi de forma permanente, dominan especies más típicamente acuáticas como eneas, juncos, esparganios y lirios de agua.
Además de su gran diversidad en vegetación, Los Sotos de la Albolafia también cuentan con una amplia representación de peces y, sobre todo, de aves, entre ellas algunas invernantes como el cormorán, la garza real, la gaviota reidora o la gaviota sombría. También se pueden ver aves estivales como el avetorillo, el martinete o el cernícalo primilla; aves de paso como el milano negro, la avefría, avoceta, y la cigüeñela, y aves sedentarias como el calamón, ánade real, la polla de agua y la cigüeña blanca. Además, existe una colonia de garcillas bueyeras de unas 350 parejas, otras 60 parejas de martinetes y 5 de garceta común.
El monumento natural es una figura de protección prevista en la legislación andaluza de espacios naturales para aquellos elementos o enclaves ecológicos o paisajísticos como cuevas, peñas, dunas, árboles centenarios, islotes, bosquetes o formaciones geológicas que presentan valores singulares y cuya extensión no sobrepasa las 10 hectáreas. Otros de los criterios exigidos para su declaración son, a su vez, el buen estado de conservación que presenten, la prioridad para el uso público, el reconocimiento por parte de la sociedad y la corresponsabilidad de los interesados en la protección.