La Mesa de Unidad Democrática (MUD) de Venezuela ha denunciado un "virtual golpe de Estado contra la Asamblea Nacional (AN)", un día después de que diputados opositores y oficialistas se enfrentaran en la sede legislativa.
En opinión de la MUD, "varias señales así lo revelan: la inadmisible negativa a otorgar el derecho de palabra a los diputados de la MUD; la destitución de los diputados de la MUD de las directivas de las Comisiones Permanentes; y las agresiones".
Sobre esta última cuestión, ha insistido en que "un grupo de diputados oficialistas y personas armadas ajenas a la AN arremetieron a puñetazos contra el jefe de la bancada de Primero Justicia, Julio Borges, ocasionándole serias lesiones en el rostro", así como contra otros nueve diputados opositores.
La MUD ha destacado que este "brutal y artero ataque" se produjo "ante la mirada cómplice del presidente de la AN, Diosdado Cabello, "en una tensa sesión en la que nuevamente se negó la palabra a los diputados opositores, cuyos micrófonos fueron extraídos".
"Estos actos de violencia son propiciados por el discurso de (el presidente venezolano) Nicolás Maduro, que cree equivocadamente que para mostrar carácter requiere de la agresividad y la violencia", ha añadido la coalición opositora.
La MUD ha considerado que "constituyen un hecho grave que afectó seriamente a la institucionalidad democrática y puedo en serio riesgo la institución parlamentaria".
CAMPAÑA REPRESIVA
Además, ha indicado que "se enmarca en la grave crisis política que vive Venezuela desde las elecciones presidenciales del 14 de abril". "Las protestas han arrojado hasta ahora un lamentable saldo de muertos, heridos y detenidos y frente a protestas pacíficas, se ha desatado una brutal represión militar y policial", ha dicho.
La coalición opositora ha explicado que "el oficialismo promueve la violencia como mecanismo para consolidad la desviación del resultado electoral, acallar las protestas populares pacíficas y distraer la atención sobre la solicitud de recuento de los votos".
Así, "se instituye la persecución política de signo fascista signada por la intolerancia a quiénes piensan distinto o solicitan el recuento de los votos". En concreto, ha denunciado que "se ha desatado una inhumana cacería de empleados públicos por la mera sospecha de haber votado por Henrique Capriles".
Como parte de esta supuesta campaña represiva, la MUD también ha denunciado que el Gobierno ha hecho un "uso sistemático de falsos positivos, acusando a la oposición de los actos de violencia, y que ha comenzado a amenazar con supuestos procedimientos 'legales'".
"La violencia generada desde las altas esferas del Poder Ejecutivo se ha instrumentado por la vía del uso de la fuerza militar y del aparato policial represivo que se ha venido construyendo con asesoría del Gobierno cubano", ha apuntado.
Finalmente, ha reiterado que "desconoce la legitimidad del nuevo gobierno", aunque ha admitido que "la situación tiende a agravarse, lo cual amerita tomar medidas que conduzcan a la normalidad y traigan estabilidad".