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Provincia de Granada

Un cadáver hallado en Almuñécar tenía heridas de arma blanca y un cuchillo atado en una mano

Aunque era de origen belga, vivía en el barrio de Las Peñuelas, donde era "conocido" por sus vecinos, y tenía 76 años

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El cadáver hallado este viernes en la playa de El Muerto de Almuñécar (Granada), en una zona rocosa entre el Peñón del Gato y Marina del Este, corresponde a un hombre de 76 años de origen belga, aunque vecino del barrio Las Peñuelas de dicha localidad granadina, presentaba heridas de arma blanca en el tórax y tenía un cuchillo atado a su mano derecha.

   Así lo han confirmado a Europa Press fuentes de la Guardia Civil, que ha abierto una investigación para esclarecer las causas del fallecimiento de esta persona, sin que por el momento haya descartado ninguna hipótesis.

   "Todo es posible, desde un suicidio hasta una agresión", han apuntado las mismas fuentes, que, por ello, se han remitido a los resultados de la autopsia que se le practique al cadáver para avanzar en la investigación, al considerar que esa prueba será "determinante" para conocer las causas de la muerte. 

   Por su parte, el Ayuntamiento de Almuñécar ha explicado este sábado en un comunicado que fueron dos mujeres quienes, entre las 19,30 y las 20,00 horas de este viernes, localizaron el cadáver de este hombre, identificado como W.J., cuando paseaban por la zona y apreciaron manchas de sangre junto al camino que une la playa El Muerto y Marina del Este.

   Al seguir el rastro con la mirada en el desnivel de la zona, observaron el cuerpo boca debajo, cerca de una zona rocosa y a unos 15 metros del mar, por lo que alertaron de ello a Emergencias, según la Policía Local.

   De esta manera, hasta allí también se desplazaron efectivos de la Guardia Civil y personal médico de Almuñécar, que solo pudo certificar la muerte de esta persona, cuyo cadáver fue trasladado pasadas las 22,00 horas al Instituto Anatómico Forense.

   Según el Ayuntamiento, este hombre era "conocido" entre los vecinos de su barrio, quienes lo veían "a menudo" por la zona de los supermercados de la calle Larache, "montado sobre un bicicleta y arrastrando un carrito o sentado leyendo algún libro".

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