Un pregón con muchos matices gaditanos y muy participativo, así se puede describir el regalo que nos tenía preparado el pregonero de la Semana Santa 2013, Juan Manzorro Burguillos. Cádiz estaba deseando escucharlo y prueba de ello es que desde las 10 de la mañana empezaban a formarse colas a las puertas del Gran Teatro Falla para no perderse un acto tan esperado como éste, con un protagonista tan especial.
El cariño que los gaditanos sienten por Juan Manzorro se percibió desde primera hora de ayer en las calles, en las inmediaciones del teatro, en el patio de butacas, en los palcos, en cada rincón del teatro. El tema de conversación era él, qué traería, cómo saldría, cómo tendría la voz y si estaría nervioso.
¿Cómo iba a salir? El pregonero lo tenía todo a su favor desde el primer momento. Tuvo que rezar mucho a su queridísimo Cristo del Descendimiento durante los días previos para que le acompañara en este día tan especial. Y vamos que si lo consiguió. El día despertó radiante, el cielo azul, una temperatura primaveral, vamos como tiene que ser, lo que cualquier cofrade desearía para el Domingo de Ramos.
El acto comenzó con casi quince minutos de retraso, a las 11.58 horas, con una breve presentación a cargo del compañero Jesús Devesa Molina. A continuación sonó el Himno de Andalucía, interpretado por la Banda de Música Maestro Enrique Galán de Rota. Tras el rezo del Ángelus por parte del obispo de la Diócesis de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy, se dio paso a un concierto de marchas procesionales en el que se pudieron escuchar cuatro composiciones: 'Seguiriya Sacra', 'Ecce Homo', 'Sanidad' y 'Cristo Rey de la Paz' (estas dos últimas elegidas por el pregonero). Como curiosidad, hay que apuntar que Manuel Abollado y José Manuel García Pulido, autores de 'Seguiriya Sacra' y 'Sanidad' respectivamente, estuvieron presentes en el pregón.
Pasados unos minutos de las doce y media de la mañana, las cortinas del Gran Teatro Falla se abrieron para dejar paso a un escenario dispuesto de una manera sencilla, pero con varios motivos cofrades. A la izquierda del público, el atril del pregonero, y tras él, el repostero del Consejo Local de Hermandades y Cofradías y el de la ciudad. En el centro, un proyector con la fotografía de la Patrona, la Virgen del Rosario (la imagen fue cambiando conforme iba avanzando el pregón); y a la derecha, el atril de las personas que participaron en el pregón, y detrás una Cruz con un paño de pureza y dos escaleras, símbolo de la Hermandad del Descendimiento.
El encargado de presentar al pregonero de la Semana Santa de Cádiz 2013 fue su antecesor en el cargo, el cofrade José Blas Fernández, que hizo una semblanza sobre la figura de Juan Manzorro a nivel personal, profesional, cofrade y como pregonero.
El momento
En torno a las 12.43 minutos, el pregonero subió a las tablas para tomar la palabra, no sin antes fundirse en un abrazo con José Blas Fernández y dirigirse al centro del escenario para saludar al público.
Sonó el Canon de Pachelbel y su primer recuerdo fue para mamá Gertrudis, su madre, la que en la primavera en 1975 le llevaba de la mano a la casa de hermandad del Descendimiento para recoger la túnica por primera vez. En esta ocasión también lo llevaba de la mano, pero pendida de una rosa roja, de la que su querido hijo no se desprendió hasta finalizar la primera parte de su pregón. Y así, Juan empezó a tejer sus primeros sueños cofrades, arrancando una lágrima al público y un aplauso atronador que parecía no tener fin. Te metiste al público en el bolsillo.
El pregonero empezó a hacer un recorrido por la Semana Santa de Cádiz, siguiendo el orden de los días, contando con la participación de varios periodistas y amigos como Francisco Moscoso, Jesús Devesa, Gema Freire, Mayte Huguet, Teófila Martínez, Juan Manuel Pedreño, José Manuel Romo, Manolo Lemos y Guillermo Riol.
También hubo espacio para la música, con la participación de un coro que dedicó un tanguillo a la Archicofradía de la Palma, con la música de los Duros Antiguos. Se pudo escuchar también un Ave María, y una hermosa saeta dedicada al Cristo de la Buena Muerte cantada por el gaditano, Juan Romero.
En el recuerdo
Juan no se olvidó de los cofrades antiguos. Esos trabajadores incansables gracias a los cuales las hermandades han podido atesorar un patrimonio más que importante y que hoy agradecemos tanto. Entre ellos, destacó el discurso emocionado dedicado al mayordomo de honor de las Aguas y expresidente del Consejo Local de Hermandades y Cofradías, Rafael Corbacho, que no pudo estar presente en el pregón por motivos de salud.
Sonó la marcha 'La Madrugá', y con ella, la dedicatoria nostálgica a sus Amantísimos Titulares del Descendimiento. Recuerdos de su primera experiencia cofrade 40 años después, pero que siguen llenándolo de amor y fe.
Hacia el final del pregón, Manzorro tuvo una reflexión especial para el momento actual de la Iglesia, la llegada del Papa Francisco y el arduo trabajo que el obispo de Cádiz y Ceuta está realizando.
El pregonero también se detuvo también en el mundo de la carga y el debate sobre otros estilos para portar los casos. Manzorro considera que se trata de una discusión “estéril que nos desvía la atención de lo verdaderamente importante. Me gustaría contemplar siempre por las calles gaditanas el mecido de los pasos que estoy acostumbrado a ver desde que era un niño. En mi modesta opinión supone una tradición sentimental que estamos obligados a conservar”.
Tampoco faltó unos minutos por el Año de la Fe. El pregonero se despidió pidiendo paz en el mundo y haciendo un canto a la libertad en nombre de los demócratas y en contra del terrorismo. “La palabra es el único arma cargada de futuro”. Por último, Manzorro se puso a los pies del Regidor Perpetuo y de la Patrona, dirigiéndoles varias peticiones en nombre de los gaditanos.
Las últimas palabras volvieron a ser para su madre y el Descendimiento. “Yo sé, mamá Gertrudis, que te gustaría estar aquí esta mañana, y yo también hubiera deseado tenerte a mi lado. Como te siento cerca, quiero volver a decirte que no pienses que el niño está triste.
Tras su: “He dicho”, el público rompió en una gran ovación para agradecer al pregonero tanto cariño demostrado a lo largo de tantos y años de amor y entrega a las cofradías. Pocos minutos después, el hall de entrada del teatro se llenaba de cofrades deseosos de ver al pregonero para felicitarlo y compartir con él esos momentos tan especiales que quedarán para siempre en su recuerdo.
El de Juan Manzorro ha sido un pregón especial para Cádiz y marcará una Semana Santa espléndida. El pregonero traerá suerte y los cofrades podremos disfrutar de una Semana Mayor plena, como ya nos merecemos. Ojalá así sea.