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Estepona

OPINIÓN: Los incumplimientos de las normativas y el botellón

Por Paz Fanlo

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Poco va a importar a los padres y familiares de las cinco jóvenes que murieron por una avalancha en la Fiesta del Madrid Arena si los imputados del Ayuntamiento han dimitido o van a dimitir. Lo que a estos padres les importa es que sus hijas murieron, sus vidas quedaron truncadas y nadie se las va a devolver. Unas jóvenes que podían haber estudiado o trabajado, contribuido a nuestra sociedad con su esfuerzo y, en el plano personal, amar a la familia y amigos, disfrutar de las artes, casarse, tener hijos y hacer abuelos a sus padres. Sin embargo, nosotros, la sociedad debe seguir adelante y buscar a los culpables y hacerles pagar, según las leyes, la desgracia innecesaria que han provocado.

Parece ser que se duplicó el aforo y se vendieron muchas más entradas de las debidas.
A lo anterior se sumó, según el juez Palop, que  "se produjo un fallo clamoroso en las medidas de seguridad más elementales", agregando  que  el Ayuntamiento permitió  "la celebración ilegal del botellón multitudinario". También se pregunta "por qué se permitió a los jóvenes que hacían botellón irrumpir de forma confusa y tumultuariamente al recinto, alguno de ellos rompiendo las alambradas del recinto".

¿Por qué un Ayuntamiento no se atiene a las normas que está obligado a cumplir con la consecuencia de cinco jóvenes muertas? La Comunidad de Madrid aprobó la Ley 5/2002, de 27 de junio, sobre Drogodependencias y otros Trastornos Adictivos por la que se prohíbe la venta o suministro de bebidas alcohólicas a menores de dieciocho años y se prohíbe el consumo de estas bebidas a todas las personas en la vía pública, salvo en terrazas o veladores autorizados. Asimismo los ayuntamientos deben adoptar las medidas necesarias para asegurar el cumplimiento de esta Ley.

Al igual que en Madrid tenemos una legislación parecida en todas las Comunidades Autónomas.
Ya que a estas pobres chicas no les van a devolver la vida, por lo menos, los ayuntamientos deben procurar que no vuelva ocurrir nada parecido. Las Corporaciones locales en cualquier Comunidad Autónoma  deben planificar los servicios públicos, sobre todo la policía, y vigilar el estricto cumplimiento de las normas para que no se den situaciones de riesgo durante los eventos festivos.
También se debe vigilar en los botellones que se celebran semanalmente, que todos conocemos dónde y cuándo se celebran, y que perjudican a los vecinos por el ruido, la seguridad y la suciedad.  La actuación municipal no se puede centrar solamente en los dispositivos de limpieza al día siguiente.

Sirva esta “opinión” como aviso a los ayuntamientos de los deberes legales que tienen impuestos para que avalanchas mortales como la de Halloween en Madrid no se vuelvan a producir. Así como recordatorio de procurar ocio constructivo para los jóvenes que son los adultos de mañana y los futuros padres de nuestros nietos.


Paz Fanlo

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