Pocos pero muy ruidosos. Alrededor de medio millar de estudiantes de secundaria, bachillerato y de la Universidad culminaron ayer tres jornadas de paro y de protestas con una sonora y concienciada manifestación que recorrió las céntricas arterias capitalinas desde la plaza de La Merced hasta la Gran Vía, con parada incluida en la elefantiásicamente custodiada por la Policia Nacional sede del Partido Popular de la plaza del Punto.
Incansables en sus cánticos y sonoros en sus ruidosas y tumultuosas pitadas con silbatos, y con consignas muy claras; las coreadas: “Y si somos el futuro, porque nos dan por culo”; “Donde están, no se ven, los niñatos del PP”, “Un solo recorte, sus privilegios”; y las manuscritas sobre pancartas y en cartones: “Leer nos hace libre”; “La educación no se vende, se defiende”; “No a la mercantilización de la educación “; con un paréntesis en el Ayuntamiento capitalino donde la estrella fue “Perico dimite el pueblo no te admite”. Una especie de tabla de los Mandamientos que, en este caso, los manifestantes resumieron frente a la Subdelegación del Gobierno y , posteriormente, en el final de la marcha en la plaza de las Monjas, en: “Wert dimisión” y “educación pública”.
En el céntrico y epicéntrico espacio de la capital onubense, se leyó el necesario e inevitable comunicado. Unos estudiantes que, con su acción de ayer, dieron una vez más toda de una lección a un gobierno que sigue sordo, mudo y cargado de testarudez absoluta.
