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Mirada caleidoscópica

Juan Martínez Barrera cuelga sus ‘Texturas Visuales’ en el Corral de Esquivel

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  • Juan Martínez Barrera -

El próximo 10 de enero, en las instalaciones del Corral de Esquivel, en la Alameda de Hércules, tendrá lugar la inauguración de una interesantísima muestra fotográfica. Este espacio, fundado en el año 2003, cuenta con una dilatada experiencia en la difusión del arte en nuestra ciudad, no en vano, en sus paredes se han colgado innumerables exposiciones de todo tipo con un denominador común: la calidad.

Juan Martínez Barrera acepta el reto de colgar su exposición, Texturas Visuales, en este singular espacio, después de que en 2010 ya se pudiera disfrutar de esta original muestra en La Carbonería, con notable éxito de público y crítica.

Martínez Barrera, Coria del Río (1955), es licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla y en la actualidad ejerce como profesor de instituto. Ha realizado diferentes exposiciones en lugares como Valverde del Camino (Huelva), en la sala de exposiciones del Ayuntamiento; Ubríque (Cádiz) en el Museo del Cuero y; en  Sevilla, en La Carbonería y en el Centro Cívico Las Columnas.


Texturas Visuales está basada en varios aspectos pictóricos y fotográficos. En primer lugar, el cubismo que, con una visión caleidoscópica, modifica y transforma la realidad utilizando planos que se funden entre sí para crear una nueva visión de la realidad que deja de ser objetiva y muestra la visión subjetiva del artista.

Por otro lado, Martínez Barrera se preocupa por el aspecto cinético de la forma, tratando de captar no sólo el movimiento sino la secuencia o lo instantáneo del movimiento.

Es evidente el interés que muestra el creador en las texturas visuales, dentro de la fotografía, creando auténticos “cuadros”, pintados mediante la luz y el color.

La técnica utilizada en estas fotografías es, en principio, analógica para sólo al final del proceso utilizar la tecnología digital. El resultado es realmente sobrecogedor, sumerge al espectador en un mundo de ficción dando la posibilidad de que cada mente, al observar, pueda interpretar algo diferente cuando está ante cada obra.

Con sólo observar sus fotografías, apoyadas en la luz, el color y la visión caleidoscópica, la exposición invita a cada persona a que se adentre en el universo creativo que nos ofrece el artista/fotógrafo.

En definitiva, estamos ante una bien tejida sucesión de metáforas para la vista, que aparecen ligadas a un muy personal y exigente impulso fotográfico. Por un lado, fijar la luz caleidoscópica en su caída, por otro, la búsqueda del color en sus infinitas expresiones cinéticas. Es, desde estas originales impresiones lumínicas, desde estas luminiscencias imposibles, que abiertamente se nos invita a observar una visión psicodélica, que no deformada.

La exposición consta de fotografías presentadas en formato 60x40 sobre papel estucado mate y editadas en impresión digital.

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