La Fiscalía Provincial va a solicitar 13 años de prisión para el joven de 22 años acusado de matar en junio de 2011 a J.C.E., a quien supuestamente apuñaló en el pecho mientras estaba conversando con unos amigos y con sus dos hermanos en el recinto ferial del barrio de Matagorda, en El Ejido (Almería).
El procesado, J.S.C.F., quien será enjuiciado por un tribunal de jurado ante la Sección Tercera en el mes de abril, se enfrenta a un delito de homicidio por el que el Ministerio Público interesa, además de la pena privativa de libertad, el pago de casi 200.000 euros a sus padres y hermanos en concepto de responsabilidad civil.
Según recoge el escrito de calificación, al que ha tenido acceso Europa Press, la víctima fue abordada por el acusado a las 0,15 horas del 19 de junio de 2011 en el ferial del barrio ejidense de Matagorda que estaba celebrando sus fiestas patronales en honor a la Virgen de Guadalupe.
J.S.C.F., "sin mediar palabra y con la intención de acabar con su vida", asestó a J.C.E. una puñalada en el pecho con "un cuchillo de grandes dimensiones", lo que le produjo "rotura del saco pericárdico" que rodea el corazón y también "perforación" del lóbulo superior del pulmón izquierdo.
La víctima falleció tres horas después ya que, según resalta el fiscal en su escrito, la "herida cardiaca" de 14,3 centímetro por "arma blanca" fue mortal de necesidad. Después de la agresión, el procesado, "exhibiendo el cuchillo a los presentes", abandonó el lugar en su turismo a "gran velocidad y acelerando bruscamente".
Si bien en el relato de los hechos que hace el Ministerio Público no se refleja, la Guardia Civil señalo cuando se practicó la detención del acusado a que la investigación apuntaba a que con anterioridad al crimen se produjo una discusión por el estacionamiento de un vehículo en el recinto ferial.
La víctima era muy conocida en el municipio de El Ejido ya que era hijo del presidente de la Junta Local de Matagorda, el 'popular' Ángel Callejón, "muy querido" en este núcleo de población. El alcalde, Francisco Góngora, lamentaba entonces la muerte "vivida muy de cerca" y hacía un llamamiento a la "cordura" para que hechos de este tipo no se repitiesen.
