La muerte de Jorge Emilio P. L. R. en el accidente de moto ocurrido en la Nacional 432, cerca del límite de la provincia de Granada, a media tarde del pasado día 23, pone de relieve un hecho constatado por las estadísticas a lo largo de los últimos años, como es el incremento de la siniestralidad en los accidentes en los que se ven involucradas motocicletas.
El accidente, en el que el fallecido, según los datos trascendidos, perdió el control, colisionando posteriormente contra el quitamiedos de la vía, y saliendo posteriormente despedido, responde al perfil de muchos de los accidentes de motoristas, en los que, a menudo, no se ve implicado ningún otro vehículo.
Respecto a la gravedad de este tipo de siniestros, los datos de la Dirección General de Tráfico hablan por si solos: el riesgo de morir en accidente de tráfico es 17 veces mayor en moto que en coche. En este sentido, desde la DGT se llevaba a cabo este mismo año una campaña en la que se ofrecían una serie de consejos a los usuarios de este tipo de vehículos con el objetivo de evitar riesgos. Entre estos consejos se mencionaban, por ejemplo, la conducción "como si se fuera en una burbuja imaginaria", para dejar suficiente distancia con los vehículos de alrededor para poder maniobrar en caso de necesidad; la necesidad de no llevar nunca subida la visera del casco "porque pueden entrar insectos a la velocidad de una bala", o la ropa adecuada para conducir una motocicleta, debiendo vestirse "como si te fueras a caer de la moto".
El fallecimiento de Jorge Emilio representa una triste noticia en lo que era, no obstante, una buena evolución de los datos de siniestralidad en las carreteras alcalaínas, y especialmente dentro de la N-432, cuyo tramo por nuestra localidad ha sido excluído en los últimos informes especializados del listado de tramos con puntos negros de la red nacional.
