La mayoría del Partido Popular en el Pleno ha echado por tierra la iniciativa de Izquierda Unida para que fueran congeladas las tasas municipales, que van a experimentar una subida el próximo año que la coalición de izquierdas cifra en un 2,4 por ciento, un 10 en el caso del IBI. La explicación: para cumplir con lo establecido en el Plan de Ajuste que el equipo de Gobierno hubo de aplicar para que le dieran un crédito con el que pagar 12 millones a proveedores. Según el portavoz del equipo de Gobierno, Félix Romero, se trata sólo de "una actualización", que supone una subida "casi inapereciable". Según el portavoz, los subir tributos es una medida que "sólo llevamos a cabo cuando una obligación externa nos lo impone".
En Izquierda Unida consideran la subida fuera de lugar y entienden que el PP muestra falta de sensibilidad con la ciudadanía en momentos tan complicados como se viven hoy en día. Además, el edil Miguel Díaz ha apuntado que este incremento en las tasas pone de manifiesto "los incumplimientos del PP", que se había comprometido públicamente a no subir los impuestos. Desde Izquierda Unida advierten de que ahora son ellos los que presentan la alegación, "con el tiempo serán los ciudadanos los que juzguen".