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Arcos, territorio sin ley

Un grupo de vecinos del centro urbano no está dispuesto a consentir molestias y ruidos de los bares próximos. Después de recurrir a las instancias normales, considera que ya es hora de que el Ayuntamiento haga cumplir la Ley

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  • Doble acristalmiento en casa, pero los ruidos le siguen molestado... desde hace 30 años. -

El tema no es nuevo. El debate está abierto en toda España: diversión o descanso. Parece ser que lo uno es totalmente opuesto a lo otro en pleno centro urbano de Arcos. Decenas de familias sufren los fines de semana ruidos y molestias hasta altas horas de la madruga. En algunos casos llevan más de treinta años luchando contra una realidad que les amarga la vida.
Las denuncias se acumulan en el Ayuntamiento, donde parecen morir en un cajón a la espera de que alguien les dé curso. Así funcionan las cosas. Por eso, Arcos es territorio sin ley.


Un grupo de vecinos afectados ha convocado a este medio con el ánimo de que denuncie su situación ante lo que considera la total pasividad del Ayuntamiento de Arcos, que en este caso hace una clara interpretación de la ley por aquello de no privar a la población, en particular a los jóvenes, de su derecho a la diversión, y a los hosteleros de hacer algo de negocio en estos tiempos de crisis y de escaso ambiente.


En el otro extremo están decenas de vecinos que no pueden conciliar el sueño, que incluso han tenido que ser tratados por problemas de nervios y ansiedad. Es más, hasta un caso de intento de suicidio. Puede parecer exagerado, pero hay situaciones que colman el vaso.


Es el caso del conocido médico Diego Robles. Durante treinta años lleva soportando los ruidos que le ocasiona en su vivienda particular un bar de la calle Manuel Pérez Regordán. No sólo no le deja dormir a pesar de que ha blindado su casa con ventanas de doble cristal, sino que incluso tiene problemas para acceder o salir de su garaje porque los clientes del bar le han tapado literalmente la puerta. Incluso ha instado a los distintos propietarios del establecimiento desde su apertura a que bajaran la música o dejaran de celebrar fiestas, pero nada de nada. Lo peor -indica- es que el establecimiento no posee licencia para la actividad que ejerce. En este sentido, a pesar de la orden de cierre contra el establecimiento, fijada para principios de enero, el susodicho ha publicado incluso un cartel con una serie de fiestas, algunas con grupo musical incluido.
Diego Robles tuvo que asistir a un amigo médico que falleció hace unos días, tardando 45 minutos en salir de su vivienda porque la puerta del garaje estaba ocupada. Como éste, asegura haber sufrido cientos de veces esta situación que afecta a toda su familia.


En la misma circunstancia se encuentra Juan Villanueva, conocido por ser el presidente de la Asociación de Vecinos Retiro-plaza España. Durante años lleva soportando las molestias de cuatro bares que colindan con su vivienda, en el edificio Duque de Arcos. Se da la circunstancia de que algunos de esos establecimientos no poseen licencia para emitir música, cuando en realidad lo hacen sobrepasando muchas veces los horarios y límites establecidos por las leyes.
Los vecinos tienen claro que el calvario que sufren no es consecuencia sólo de la dejadez del actual equipo de Gobierno, sino desde la etapa del alcalde socialista Jesús Ruiz, donde algunos de estos establecimientos abrieron sus puertas, entonces con otros propietarios y otros nombres. Desde aquella época, fin de semana tras fin de semana sufren suciedad, vómitos, excrementos, cristales rotos, consumo de drogas,... incluso alguna pintada ofensiva, lo cual demuestran con una auténtica galería fotográfica sin desperdicio alguno.


El caso de Isabel Ramírez afecta incluso a un menor de cinco años que no puede conciliar el sueño y tiene problemas para levantarse para ir al colegio. Su marido trabaja los fines de semana y por norma general madruga. Ella lleva sufriendo el problema dos años, pero algunos de sus vecinos, casi toda una vida. Según explica claramente indignada, ver jurar la Constitución española hace unos días a determinados políticos le produce una profunda decepción porque en este caso no están cumpliendo con la Ley ni la hace respetar.


En los bajos de su bloque de viviendas los garajes dan a los bares que teóricamente causan molestias, sin que les consientan a los vecinos taparlos para evitar que se cuele en sus viviendas el ruido de la música. Para colmo, alguno incluso instaló un cerramiento en la vía pública y otros montaron alguna terraza, con mesas y sillas que impiden a veces el normal acceso de los vecinos a sus viviendas y de sus vehículos particulares.


Entre todos pueden acumular más de cincuenta denuncias que este medio ha comprobado. Su último refugio legal ha sido el defensor de la Ciudadanía de Arcos, al que han trasladado un amplio expediente de quejas y denuncias con la intención de que se les encuentre una solución. Otros han decidido ya recurrir a los juzgados para que, simplemente, se cumpla con la Ley por la vía más drástica.


Sin embargo, como explica Juan Villanueva, en alguna ocasión se ha actuado con sanciones, pero no ha servido de mucho pues la situación sigue siendo la misma. Es más, estos vecinos consideran que en esta problemática que sufren hay determinados políticos implicados: un delegado por ser familiar directo del propietario de uno de los bares y otro delegado porque es cliente habitual de otro de los establecimientos, apuntando en este sentido a altos cargos del equipo de Gobierno PP-Ai-Pro.


La Policía les ha manifestado en alguna ocasión su frustración porque las denuncias que ellos tramitan acaban en un cajón, sin curso ni sanción. Para más inri, incluso en los juzgados les han dicho que tendrán que esperar largo tiempo porque los jueces están saturados de casos como éste, tan vulgares como corrientes en la España del siglo XXI. El pasado 16 de marzo registraron en el Ayuntamiento las quejas de 21 vecinos, pero a día de hoy nadie ha movido ficha. Los vecinos concluyen pidiendo simplemente que se cumpla la ley, que esos establecimientos se amolden a las normas y que ejerzan libremente su actividad sin amargarles la vida.

 

El Ayuntamiento busca “un equilibrio”

El primer teniente de Alcalde y delegado de Urbanismo, Manuel Erdozain, señala que en la primavera pasada se iniciaron hasta diez expedientes sancionadores por molestias de los bares. Algunos fueron clausurados y otros obligados a introducir medidas correctoras. La mayoría de establecimientos de Arcos no dispone de autorización para emitir música. “El Ayuntamiento pone en la balanza que los vecinos puedan descansar y que los emprendedores, muchos jóvenes de Arcos, tengan la posibilidad de emprender un negocio y dar puestos de trabajo. Este equilibrio es dificilísimo. Este Ayuntamiento va a intentar siempre que la balanza esté equilibrada, seguramente nunca lo estará, pero lo intenta”.

Sin embargo, Erdozain admite que hay bares que, pese a no poder emitir música, pueden celebrar puntualmente una zambomba u otro acto. De hecho, ha concedido permiso para determinadas actividades aun sabiendo que podría estar vulnerando la Ley. En este sentido, admitió que este tipo de actos se está permitiendo a lo sumo hasta las 00.00 ó 00.30 horas de un viernes o un sábado, “porque se le ayuda a los establecimientos, que sirven copas sin música”. Nada más lejos de la realidad, pues los vecinos cuentan incluso con grabaciones de video realizadas posteriormente a esas horas con música en los establecimientos. Además, Erdozain asegura que tan sólo existen siete denuncias contra los bares desde octubre pasado, pero, claro, algunos han cambiado ya de nombre. Añade que es preciso “dar margen” a algunos establecimientos...

 

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