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El Ayuntamiento de Málaga defiende que la zona de libertad horaria es "una medida de fomento de la competitividad"

Comisiones Obreras ha organizado este martes un reparto en el centro de la ciudad de unas 3.500 octavillas para informar a los trabajadores del sector comercial, así como a la ciudadanía en general, sobre "las graves consecuencias" que puede traer consigo la medida

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La delegada municipal de Promoción Empresarial y del Empleo en el Ayuntamiento de Málaga, Esther Molina, ha dejado claro que la propuesta de delimitación de Zona de Gran Afluencia Turística (ZGAT), donde los comercios dispondrán de libertad horaria y de apertura, "sólo persigue dar las armas para que el empresario, conforme a la demanda de su cliente y conforme a su producto, abra cuando quiera". Es, como ha subrayado, "una medida de fomento de la competitividad".

   "Se persigue que venda su producto cuándo y cómo quiera", ha defendido Molina, en respuesta a la campaña de CCOO en contra del planteamiento municipal, aludiendo a que "permanecer abiertos las 24 horas de los 365 días del año sólo traerá una pérdida de derechos laborales y sociales", además de "una bajada del empleo en el sector del comercio".

   Frente a este argumento, Molina, "desde el más absoluto respeto a cualquier opinión", ha mostrado a Europa Press su desacuerdo con la campaña, ya que "esa información es sesgada y puede inducir a error a los malagueños". "Se da la visión de que se obliga a abrir, cuando lo que hacemos es dar las armas para que el empresario abra cuando quiera", ha aclarado.

   En este punto, la delegada municipal ha insistido en que se trata de "una medida de fomento de la competitividad en el sector servicios en general y en el comercio en particular", ya que "se da al comerciante esa libertad, es decir, se quita la restricción que hasta ahora existía a los empresarios del comercio menor para que decidan cuándo quieren abrir, en función de su cliente y de su producto".

   Comisiones Obreras ha organizado este martes un reparto en el centro de la ciudad de unas 3.500 octavillas para informar a los trabajadores del sector comercial, así como a la ciudadanía en general, sobre "las graves consecuencias" que puede traer consigo la medida que quiere aprobar el Ayuntamiento.

   No obstante, el visto bueno definitivo de la delimitación propuesta por el Consistorio de la capital está en manos de la Junta de Andalucía, que ha exigido el mayor respaldo posible de los sectores implicados.

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