El pasado martes quedó aplazada la huelga de los Especialistas Internos Residentes (EIR), tras 16 días de paro. El motivo de este cambio fue el compromiso de la Consejería de Salud y Bienestar Social de sentarse con este colectivo a negociar su situación. Pero éste es sólo uno de los problemas que afecta al cojunto del colectivo sanitario, ya que en los últimos meses se ha tenido que enfrentar al aumento de la jornada laboral, otra reducción de sueldo y una merma sin precedentes en el número de contratos entre el personal eventual. Por todo esto, el presidente del Colegio de Médicos de la provincia de Cádiz exige a la administración autonómica más sensatez a la hora de recortar gastos, a fin de eliminar las verdaderas bolsas de ineficiencia.
¿Cuál es la situación actual de la sanidad en Cádiz?
—Es preocupante. Hay una gran inquietud entre los profesionales por el gran deterioro que se palpa y se vislumbra, debido a que la Administración andaluza todo lo ve con criterios economicistas.
¿En qué situación se encuentra la Profesión Médica?
—Irritada, sorprendida y decepcionada. Piense que en esta situación de crisis sólo ha recibido recortes, recortes y más recortes. Imagine que a usted le dicen: le voy a pagar menos y le voy a hacer trabajar más. ¿Verdad que no le gustaría? Bueno, pues sume a esto que los profesionales habrán de doblar servicios o lo que sea necesario, con lo cual tendrán que abandonar programas u otras funciones para atender lo inmediato; esto no puede traer más que un deterioro de la profesión.
¿Cuál es la ratio médico por paciente en la provincia y en Andalucía? ¿Qué lugar ocupamos respecto al resto España y a Europa?
—En Andalucía oscila de 1.300 personas/médico en zona de progresión social a 1.500 en zonas normales. Esto es lo acordado, pero no me pregunte si se cumple en nuestra Comunidad porque nuestra Administración tiene el oscurantismo por bandera, y jamás nos informa cuando le preguntamos o le sugerimos un ajuste de plantillas con el fin de que los andaluces reciban la atención en el tiempo que se merecen, que es lo que necesitan.
¿Cuál es el posicionamiento del Colegio respecto a las movilizaciones de los EIR?
—Ante la realidad de su situación, no puede ser otra que de apoyo a sus reivindicaciones, mucho más si tenemos en cuenta que son los futuros especialistas que deseamos estén extraordinariamente formados, para que sigamos estando en primera línea a nivel mundial.
No es habitual que Sindicato y Colegio confluyan a la hora de llevar a cabo reivindicaciones y en esta ocasión sí ha sido así. ¿Esto no es más que una muestra de lo grave de la situación?
—Nunca nos hemos llevado mal con los sindicatos profesionales y siempre nos hemos respetado las funciones correspondientes a cada organismo. Desde luego en esta ocasión coincidimos porque para los sindicatos hay un deterioro laboral y retributivo y para los colegios el deterioro está en el ejercicio profesional. Todo ello unido hace que los profesionales estén estresados y muchos “quemados” por la presión que padecen de todas partes y asistamos al consiguiente deterioro profesional.
¿Tiene constancia de que en los hospitales se estén compartiendo contratos para evitar despidos?
—Hay una maraña de información que encubre la realidad, sobre todo teniendo en cuenta que la Administración no nos facilita información al respecto, ni tampoco a los sindicatos. Parece ser que hay de todo. Profesionales compartiendo trabajo al 50% (por semanas o quincenas alternas), al 75%, profesionales que no los han puesto en la calle pero no les han renovado el contrato; otros que no son llamados para sustituciones, contratos mes a mes, etc. Si estas actuaciones respecto a contrataciones las hiciera una empresa privada estamos seguros de que sería sancionada por la autoridad correspondiente.
Dicen que una manera de evitar el paro en las profesiones sanitarias es cerrar universidades hasta equiparar oferta y demanda ¿cuál es su opinión?
—A nadie se le puede negar la posibilidad de tener una formación universitaria. Ahora bien, no se pueden fabricar profesionales de una manera indiscriminada, si tenemos en cuenta que los dineros son limitados. Por ello habría que limitar el acceso hacia carreras saturadas y orientarlo hacia profesiones deficitarias, y desde luego sobran muchas universidades y facultades en España.
¿Qué panorama dibuja usted para 2013 teniendo en cuenta que en los presupuestos del año que viene se ha reducido un 10% la partida de Sanidad?
—Nada halagüeño por supuesto. Los recortes están sobre la mesa y creemos que afectarán en todos los aspectos a la Sanidad. Nos preocupa el posible deterioro asistencial y de la profesión.
¿Es cierto que la Consejería no puede hacer más de lo que hace y que las medidas que está aplicando son impuestas por el Gobierno Central, tal y como insiste en decir la Consejera Maria Jesús Montero?
—No es así. La Consejería puede hacer mucho más de lo que hace y sobre todo dialogar con los profesionales y con sus órganos de representación, y no lo que está haciendo. Ha preferido optar por imponerlo todo a base de Decretos. De otra parte, el Gobierno central no ha dicho a las comunidades autónomas que recorten en Sanidad, Justicia o Educación, más bien se le ha dicho al Gobierno andaluz y al resto de comunidades que se ajusten a unos presupuestos por ser absolutamente necesarios. Y es el Gobierno Andaluz a través de sus consejerías quienes han aplicado los recortes, que nosotros consideramos han sido equivocados, ya que primero se fijaron en los profesionales (sueldos de funcionarios), en lugar de prescindir de muchos organismos que bien son superfluos, no absolutamente necesarios, repetidos, superpuestos, y que sólo han servido para colocar a los “colocables”. Esto y una buena gestión en todas las Administraciones seguramente no haría necesario unos recortes tan traumáticos y daría lugar a menos despidos, así como, en Sanidad, la posibilidad de generar mayores sustituciones, con lo que mejoraría la atención a la sociedad. Consideramos que la consejera no está acertada en sus expresiones, se ha enrocado en el cargo y no cuenta con los profesionales y sus representantes, y así no creo que nos vaya bien, aunque lo fácil es echar la culpa a otros.
¿Han aumentado los casos de agresiones a médicos como consecuencia de los recortes?
—Desgraciadamente sí. Las listas de espera y el número de citas aumentan, lo que ocasiona malestar ante la población, que por lo general descarga su irritación sobre el primero que encuentra, ante los recortes y limitaciones, es decir, contra el profesional que le atiende que en realidad no tiene culpa o responsabilidad alguna.
¿Qué opina del copago farmacéutico y de la repercusión que puede tener sobre los usuarios?
—Esto es nuevo para los pensionistas, pues desde hace mucho tiempo los Activos pagan el 40% del coste de la receta. No es bueno para los pensionistas, porque en realidad las pensiones en España son más bien cortas, y si todo sube se notará aún más.
¿Y del copago sanitario?
—Confiemos en que nunca llegue, pues sería señal de que la crisis aumentaría y vendrían otros muchos recortes y cargas con el consiguiente deterioro económico para toda la sociedad.
¿Cree que sería favorable volver a centralizar en el Estado todo lo que tiene que ver con el sistema sanitario?
—Pienso que no sería necesario ni conveniente. Ahora bien, sí sería bueno el establecimiento de un sistema de control y de gestión, con una central de compras, etc., es decir, tender a una buena gestión y control del gasto.
¿Quiere lanzar un último mensaje?
—Desde el Colegio de Médicos exigimos a la administración sanitaria andaluza una total transparencia con los interlocutores y representantes sanitarios y a través de ellos con los profesionales y con los ciudadanos usuarios de los servicios sanitarios para que la Sanidad tenga, de una vez por todas, la consideración que merece. Insistimos en que el esfuerzo de los ajustes en Sanidad deben dirigirse a identificar y suprimir bolsas de ineficiencia, y racionalizar el gasto.
