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Jueves 09/05/2024  

Provincia de Granada

El TSJA confirma la condena a 4 años de cárcel para un hombre que mató de un puñetazo a otro en 2006

Ha confirmado la condena a cuatro años de cárcel para un hombre de nacionalidad rumana, e iniciales C.S., al que un jurado popular consideró culpable matar de un puñetazo a un compatriota en el domicilio que ambos compartían en Baza (Granada) el 30 de julio de 2006

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El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena a cuatro años de cárcel para un hombre de nacionalidad rumana, e iniciales C.S., al que un jurado popular consideró culpable matar de un puñetazo a un compatriota en el domicilio que ambos compartían en Baza (Granada) el 30 de julio de 2006.

   En la sentencia de la Sala de lo Civil y Penal del Alto Tribunal andaluz, al que ha tenido acceso Europa Press, los magistrados desestiman así el recurso de apelación interpuesto por la propia Fiscalía --que a su vez fue impugnado por la representación procesal del acusado-- a la sentencia que dictó en su día la Audiencia Provincial de Granada, que lo condenó por un delito de lesiones en concurso ideal con un homicidio culposo.

   La Sala considera que la conclusión del jurado "de ninguna manera puede ser calificada como arbitraria o carente de prueba", ya que se limitó a creer la versión del inculpado acerca de que no quería causar la muerte a su compatriota y los datos ofrecidos por uno de los testigos, que confirmaban esta teoría. Así, los magistrados concluyen que tanto la calificación jurídica de los hechos como la individualización de la pena impuesta han de considerarse "absolutamente correcta", por lo que desestima tanto el recurso de la Fiscalía como el supeditado interpuesto por el condenado.

   En la sentencia ahora confirmada se consideró probado que en hora no determinada, aunque entre las 12 y las 14,00 horas del 30 de julio de 2006, en su vivienda de Baza, C.S. propinó a I.N.N. un "violentísimo puñetazo" a la altura de la boca que le produjo la rotura de una arteria cerebral con formación de una hemorragia subdural que le produjo la muerte a su víctima, sin que el agresor tuviera "intención" de provocar su fallecimiento.

   El procesado, se enfrentaba inicialmente a una condena de 12 años de prisión, si bien el veredicto del jurado limitó la condena a una pena máxima de cuatro años, que era lo que solicitaba la defensa como condena alternativa a la libre absolución.

   Durante la primera sesión del juicio el pasado 17 de junio, el acusado se declaró inocente de lo ocurrido y aseguró que ya se encontró muerta a la víctima en una habitación de su domicilio cuando regresó para dormir.

   El hombre se negó a responder a las preguntas de la Fiscalía, pero sí lo hizo ante su defensa. A respuesta de las cuestiones planteadas por su abogada, explicó con la ayuda de una intérprete que el 29 de julio de 2006, un día antes de lo ocurrido, coincidió con la víctima, con la que no tenía mucha relación, en la fiesta que un amigo había organizado en su casa. El fallecido, de iniciales I.N.N., se marchó del lugar sobre las 11 de la noche, mientras que el procesado se fue con unos amigos unas dos horas más tarde.

   Se dirigió hacia su domicilio, en el que vivía en régimen de alquiler junto a otros dos compañeros, y allí se encontró en uno de los dormitorios a I.N.N., que podría haber entrado con alguna llave que alguien le hubiera facilitado.

   Al principio, el inculpado "pensó" que estaba inconsciente, e intentó reanimarlo "dándole unos golpes" en la cara y echándole agua con un cubo que encontró en la terraza, pero después se percató de que no despertaba porque en realidad estaba muerto. Al día siguiente, según dijo, recibió una llamada de su hijo, que había sufrido un accidente de coche y se marchó a Rumanía.

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