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San Fernando

“Se han hecho muchas cosas bien en el PSOE, pero ha faltado autocrítica”

Hasta ahora vicesecretaria general del PSOE, ha dado el paso para disputarle la secretaría general a Araceli Maese y asegura que gane o pierda, el PSOE seguirá unido porque “aquí no sobra nadie”.

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Dice que el contacto directo es fundamental y en contra de lo que se haya podido interpretar, considera las redes sociales y las nuevas tecnologías como indispensables para llegar a la gente, pero no potenciándolas a costa de otra forma de hacer política. Además, no todo el mundo está informatizado, por lo que no hay que perder el viejo espíritu de proximidad.

—Ha dejado usted la vicesecretaría del PSOE para ir como candidata a la secretaría general el 22 de este mes, por lo que ha estado en el mismo equipo con el que ahora se enfrenta. ¿Qué ha pasado para que se produzca esa ruptura?
—Ruptura no porque seguimos siendo compañeros. Sencillamente vemos las cosas de diferente manera. Usted en su crónica sobre la presentación de mi candidatura decía que yo veía la botella medio vacía, pero no es muy correcto porque yo la veo a medio llenar. Quiero aprovechar las cosas que esta ejecutiva ha hecho bien pero no me presento para que siga igual. Me presento para cambiar las cosas y como ya dije en mi presentación, creo que nos ha faltado autocrítica. La autocrítica es muy importante en todos los sectores, en todos los aspectos de la vida, y más en la política. Hemos hecho un buen trabajo pero también ha tenido sus sombras y esas sombras hay que analizarlas y aprender de los errores. Siempre hay que aprender de los errores y seguir adelante. Yo me presento con la intención de analizar las cosas que hemos hecho mal, que las sé, e intentar hacerlo mejor con un proyecto volcado en la ciudadanía y en el que los compañeros y compañeras del PSOE de San Fernando tengan mucho o todo que decir.

—En el PSOE, a tenor de los resultados electorales, se han tenido que hacer muchas cosas bien y supongo que no le va a decir al público lo que se ha hecho mal…
—Es un trabajo orgánico. En el PSOE se ha hecho un trabajo muy bueno pero el público en general sabe que no estamos gobernando ni hemos ganado las elecciones. Fue una época en la que trabajamos muchísimo, pusimos todos los recursos a disposición del partido, todo nuestro personal, toda nuestra ilusión, todo nuestro entusiasmo, aunque es verdad que estábamos afectados por la crisis, pero también tendríamos que analizar qué es lo que hemos hecho mal. Es una crítica interna, orgánica, pero es inevitable que la gente de la calle la ve. Es inevitable.

—¿Si hubieran ganado las elecciones y estuvieran gobernando, se vería también lo que se ha hecho mal, o es menos perceptible porque se está pensando en gobernar? ¿Si hubieran ganado no habría los problemas que tienen ahora?
—Cuando se hace un trabajo orgánico se sabe lo que ha pasado y si la ciudadanía te da la oportunidad de gobernar tú tienes que intentar también arreglar y solucionar esas cosas que no están bien. No nos vamos a engañar, nadie es perfecto, ningún partido es perfecto y todos tenemos nuestros fallos.  Lo que tenemos que hacer es trabajar para la ciudadanía intentando corregir todos los fallos que tengamos. Para mí la ciudadanía es el objeto principal de mi trabajo y dentro del partido, la militancia. Recuperar la calle es fundamental, es importantísimo para un político.

—Si no se van a decir las cosas que se han hecho mal, ¿qué cosas hay que hacer ahora que no se han hecho?

—Recuperar la calle.

—No entiendo el concepto ‘recuperar la calle’.
—Recuperar la calle es que ahora mismo la ciudadanía isleña está pasando por sus peores momentos, en San Fernando tenemos más de 13.000 parados y paradas y ha empezado a subir después de agosto, la gente está muy necesitada y es verdad que no tenemos una varita mágica para solucionar todos los problemas, pero la gente está muy deseosa de que los políticos estemos a pie de calle, que escuchemos sus problemas, que la encaucemos sobre cómo pueden solucionarlo… El simple hecho de atenderlos, de ir con ellos a ver qué problema tienen, hacer ese trayecto con ellos es importantísimo. Ir a una barriada, ver qué le pasa a aquel vecino, qué ocurre en aquella plaza, qué ocurre en aquel parque infantil, darte una vueltecita por el mercado… Eso es muy importante.

—A mí me llamó la atención que en la presentación de su candidatura se dijera eso de “menos redes sociales y más calle”. Son compatibles las dos. ¿O no?
—Por supuesto, son compatibles, pero no se puede fomentar una en detrimento de otra. Nadie gana unas elecciones sólo con las redes sociales porque, además, tienes que establecer con el ciudadano empatía, y la empatía se establece tocando al ciudadano, el ciudadano y la ciudadana te quieren tocar… y si te cuentan un problema, porque a mí me ha pasado, te emocionas… y eso con las redes sociales no ocurre. El ciudadano necesita que se establezca esa conexión. Tú están en tu Facebook, en tu Twitter, y si no te interesa lo que te están escribiendo apagas y punto, pero cuando tienes a un ciudadano delante tienes que atenderlo y entonces te resulta más fácil ponerte en el lugar de esa persona. La cercanía con el ciudadano es importantísimo, y más en una ciudad pequeña como San Fernando.

—En cierto modo y sin dejar el futuro, se trata de volver un poco a lo que ha sido la política hasta hace poco. Yo lo veo un poco peligroso porque los políticos no tienen una buena prensa hoy en día.
—Pésima. La tenemos pésima.

—Pueden tener problemas si vuelven al puerta a puerta, al boca a boca, a todos esos conceptos.
—Nosotros tenemos que recuperar la idea de la política. La política es un ejercicio noble. Que haya gente que la ejerza mal y que está totalmente desprestigiada, en muchos caso con muchas razones, no significa que no haya gente muy valiosa dentro de la política, que es algo que nos envuelve a todos. Decía Felipe González que la política es el espacio público que compartimos y una madre en la puerta de un colegio hace política. Cuando la gente me dice que no sabe de política, yo le digo que sí sabe, sabe que no puede llegar a fin de mes, que le tiene que comprar los libros a los niños y no tiene dinero, que tu vecina lo está pasando mal… Eso es política, es estar en la calle, intentar buscar solución a los problemas de la gente, aparte de esa alta política que se encarga de solucionar otros problemas internacionales… Pero la política local, la del día, es importantísimo que el político la viva en la calle, que esté en contacto con el ciudadano. Por eso yo decía lo que las redes sociales, que me hacía gracia uno de los comentarios en los que decía que yo era más de los centros de día. Y es verdad, me encantan las personas mayores, no puedo evitarlo. Yo veo a un viejo o a una vieja, y perdón por la expresión…

—Por mí no, a mí me encanta. Yo me estoy haciendo viejo, gracias a Dios.
—Exactamente. A mí me gusta escuchar las historias de mis mayores. Además, en el PSOE tenemos un grupo de mayores que lo han pasado muy mal en la vida y te cuentan unas historias tremendas de las que se puede aprender muchísimo. Pero muchos de esos mayores no saben acceder a las nuevas tecnologías porque las nuevas tecnologías son para un sector de la población, afortunadamente cada vez más, pero hay otro sector que no sabe lo que es un Facebook, un Twitter… y esos también son ciudadanos y tienen derecho a exponer sus problemas y que el político los escuche. Por eso decía lo de las nuevas tecnologías. Yo no quiero volver a la prehistoria, para mí son una herramienta muy válida, pero se tienen que complementar.

—¿Qué va a cambiar si Adoración Rego es la nueva secretaria general del PSOE?
—Generosidad, mucho trabajo para la calle, inteligencia para hacer una buena política en el partido, una política de oposición, responsabilidad, mucho contacto con los militantes y que participen todo lo que sea posible. La Casa del Pueblo tiene que volver a ser en esta época de crisis lo que fue antaño. Nosotros ahora mismo no tenemos muchos recursos pero sí a gente muy válida, como Paco Sánchez Reyes, Ignacio Vera… gente que ha estado mucho tiempo en el Ayuntamiento y puede aportar mucho a esta sociedad. Las Casas del Pueblo tienen que volver a ser eso, el sitio al que un ciudadano que tenga un problema pueda ir a preguntar, a pedir una opinión y no sólo para sus militantes, sino para la ciudad en la que están.

—¿Qué significa el término generosidad?
—Darlo todo, contar con gente que lo dé todo por el partido y por lo que significa en la sociedad, que no use el partido para ir a otro sitio, que se ancle, porque los anclajes en esta vida son muy importantes.

—¿Qué ocurrirá con las personas de la otra lista en el caso de usted gane las elecciones?
—Los compañeros de la otra lista son militantes del PSOE y compartimos una misma ideología y unos mismos valores, hemos trabajado juntos infinidad de veces y espero que sigamos trabajando. El 22 de septiembre es un punto de inicio para trabajar todos juntos porque tenemos el reto de las elecciones de 2015. Mi equipo y yo, en el caso de que gane Araceli, estamos a disposición del partido y supongo que ellos harán lo mismo.

—¿Por qué llega a la calle la sensación de que cuando se produce un debate interno en un partido político lo que existe es una pelea a navajazos entre un sector y otro?
—Yo creo que es la causa de la devaluación general de la política, aunque es algo que pasa en todas partes. Pero al estar tan devaluada la política, los ojos de la ciudadanía se posan en la actividad interna de los partidos. Pero a la hora de la verdad, tampoco es tan cruento.

—Es que ustedes llevan una racha en la que los navajazos políticos han existido y siguen existiendo.
—Y existirán, porque dentro de los partidos políticos hay personas y cada uno somos de nuestro padre y de nuestra madre. Son cosas inevitables, además de que la ambición política es legítima, aunque hay algunas personas que para llegar a un sitio pasan por encima de ti y otras que no.

—Usted decía que no se presentaba por ningún bando.
—Es cierto. A mí no me ha llamado Francisco González Cabañas, ni Luis Pizarro, ni un mensaje, ni una llamada… Yo decido presentarme porque hay un compañero, Paco Sánchez Reyes, que me dice que ahora es mi momento, que yo puedo hacerlo. Y yo que siempre he estado en segunda línea, en el panal siempre he sido la abeja obrera. Pero si mis compañeros quieren que sea la abeja reina, lo voy a ser.

—El último congreso con una división clara ha sido el de Chiclana entre oficialistas y renovadores, pero en San Fernando me quedo un poco fuera de juego porque veo a personas que antes estaban en un bando y luego los he visto en otro.
—Hay gente que tiene otro tipo de intereses y va buscando la opción que tiene más posibilidades de ganar, eso es legítimo.

—En algunos sitios los llaman chaqueteros.
—Yo creo que cada uno se sitúa donde quiere, pero tengo muy claro que yo estoy donde estaba desde el principio y que en la vida y en política sobre todo, se tiene que ser muy valiente y decir las cosas que sientes y las que se piensas. Si coges una dirección y crees que es la correcta, seguirla hasta el final. Hace falta coherencia con lo que se piensa y con lo que se hace y creo que soy una persona coherente.

—De aquí a 2015 tendrán que presentar un programa que no va a tener nada que ver con los programas de los últimos años, debido a la situación económica. Tendrá que hacer encaje de bolillos para convencer a la gente. ¿O la gente ya está predispuesta a que los grandes proyectos son cosas del pasado?
—La gente está predispuesta y no demanda grandes proyectos. Están más por las cosas cotidianas y saben que los recursos son los que son. Tendremos que hacer un proyecto con inteligencia y cercano a la ciudadanía.

—¿No temen que el electorado tome represalias contra los grandes partidos, dadas las malas experiencias, y se atomice el sistema, con todos los peligros que ello entraña? Porque tan malo es el bipartidismo como el desmadre.
—Me imagino que saldrán otros partidos, como ocurre en todas las municipales, pero creo que el PSOE tiene un electoral bastante fiel. Tendremos que intentar recuperar el electorado que hemos perdido.

—Entonces no era tan fiel.
—Porque hay gente que en momentos determinados ha votado más a Izquierda Unida que al PSOE, pero los partidos mayoritarios tienen un sustrato de votantes fieles.

—A mí siempre me ha gustado ver a gente joven en la política porque tienen una cosa que sólo se tiene en una etapa de la vida, que es iniciativa y una cierta dosis de locura necesaria para que los pueblos avancen. Pero sí he notado que en el PSOE se ha dejado de contar con un gran valor añadido que son socialistas de toda la vida que han podido aportar mucho más a través de su experiencia. E incluso se les ha marginado.
—No puedo replicarle porque estoy totalmente de acuerdo, pero a mí me gustaría que esos valores que tenemos en esta organización volvieran a estar con nosotros y aportar su granito de arena. En el partido no sobra nadie.

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