El Grupo Ecologista Agadén ha reiterado su denuncia por los vertidos en la desembocadura del río de La Miel, en Algeciras. Para ello han enviado una nota de prensa que dice lo siguiente:
"El río de la miel es el cauce fluvial más emblemático de Algeciras. En sus orillas nació Algeciras y gracias a sus aguas hemos vivido y vivimos en nuestro pueblo. Pese a ello lo tenemos en unas condiciones lamentables.
El río se tapió-sepultó a finales de los años 60, principios de los 70 del siglo pasado y ahí sigue. Un cajón- tubería cuadrado por la que entra una camioneta de unos 3 kilómetros de longitud es la única referencia que tenemos de este río a su paso por Algeciras.
Cuestiones estéticas aparte, el río de La Miel es el mayor colector de aguas fecales de Algeciras y uno de los mayores de Andalucía. A el van a para directamente las aguas residuales de barriadas enteras de Algeciras, de las pobladas: Pajarete, Bajadilla, Los Arcos, Piñera, Centro, Villa Vieja... La teoría, la de siempre.
Poco antes de su desembocadura hay una represa que detiene esta aguas residuales, una bomba o más absorbe esta agua contaminadas y la introduce en el perimetral que lleva las aguas
fecales a la depuradora de Isla Verde.
La realidad es que TODOS LOS DIAS DEL AÑOS una enorme cantidad de las aguas fecales (entre un 30 y un 40% del volumen total) que se introduce en el cauce del antiguo río de La Miel termine en la dársena del puerto de Algeciras sin depuración alguna, contaminándola y contaminando las aguas de la Bahía de Algeciras. Por supuesto cuando llueve el 100% de las aguas (mezcla de fecales con pluviales) que pasa por el río de la Miel terminan en la dársena portuaria.
No hay más que acercarse a la desembocadura del río para hacerse una idea de lo que allí ocurre.
La solución: Algeciras no puede seguir así. En el siglo XXI no se puede vivir como en el siglo XVIII en materia de recogida de aguas fecales. Las aguas residuales de las barriadas que ahora mismo vierten sobre el cauce del río de la Miel han de ser recogidas de forma separada, encauzándolas desde un principio por tuberías que SÓLO recojan aguas residuales. De allí a la depuradora de Isla Verde.
Las aguas residuales no se pueden mezclar con las aguas pluviales, porque lo demás luego es imposible separarlas.
Necesitamos unos dirigentes locales con una visión mayor de futuro. No solo hace falta encauzar las aguas residuales desde un primer momento para conducirlas a la depuradora de Isla Verde, sino que el río de La Miel tiene que ser destapiado y recuperado para la ciudad. Proyectos como el paseo de La Miel o las calles que la Bajadilla se han trazado por encima del cauce son una perpetuación de la mala situación en la que se halla el río de La Miel".