Así, y según han informado a Europa Press fuentes del caso, el Juzgado de Instrucción número 18 ha acogido este miércoles la declaración de los dos agentes que realizaron el informe sobre la velocidad a la que circulaba el imputado, quienes han ratificado el atestado, y un subinspector de la Policía Local que fue el primero en llegar al lugar de los hechos, así como un perito que ha analizado las luces de ambos vehículos.
Según recoge el acta de su declaración, a la que ha tenido acceso Europa Press, el subinspector ha relatado en el Juzgado instructor que, junto con una patrulla más, llegó el primero al lugar del accidente, donde pudo ver al conductor imputado, que se encontraba "tumbado en el acerado mientras era atendido por varias personas".
"UN POCO DE ALIENTO A ALCOHOL"
En ese momento, se interesó por su estado de salud y el imputado, que se encontraba consciente, "le balbuceó", por lo que "no entendió las palabras que le decía", a lo que se suma que, "en los dos o tres segundos que estuvo allí, y situado respecto de él a una distancia aproximada de un metro, le notó un poco de aliento a alcohol".
Posteriormente, este agente se dirigió hacia el coche de las víctimas "e intentó hablar" con ellas, "pero no le respondieron ni se movían en absoluto", tras lo que "intentó tomarles el pulso en el cuello, y no les notó nada". Además, "no consideró oportuno moverlos del coche porque estaban totalmente empotrados entre ellos dos y la chatarra del vehículo", según ha dicho el agente.
De su lado, un perito judicial que ha comparecido también ante el Juzgado instructor ha asegurado que las luces del Volkswagen Golf conducido por el detenido estaban encendidas en el momento de ocurrir los hechos, mientras que no ha podido determinar si el Peugeot 206 en el que viajaban las víctimas llevaba o no las luces encendidas.
CUADRUPLICABA LA TASA DE ALCOHOL
Hay que recordar que, a esta velocidad "excesiva", se suma que, según el análisis de una muestra de sangre extraída al joven detenido, éste presentaba 2,11 gramos de alcohol etílico por litro de sangre, con lo cual cuadruplicaba lo permitido en el momento del accidente. Por su parte, el joven de 25 años que conducía el vehículo de las víctimas dio una tasa de alcoholemia de 0,74 gramos por litro de sangre, cuando la tasa máxima permitida es de 0,50.
J.S.R., el joven conductor de 24 años de edad imputado por causar el pasado 30 de octubre el accidente en la avenida Juan Pablo II de la capital hispalense en el que falleció una pareja de novios, en concreto una chica de 22 años, identificada como R.M.R.C., y un joven de 25, identificado como A.A.M.J., se encuentra en prisión preventiva por un delito contra la seguridad vial y otros dos de homicidio imprudente.
Un testigo presencial de los hechos ya aseguró que el conductor imputado circulaba a "toda velocidad" y se saltó dos semáforos en rojo antes de colisionar con el vehículo en el que viajaban las víctimas, mientras que una segunda testigo dijo que el imputado circulaba a más de 100 kilómetros por hora y se saltó un semáforo en rojo antes de colisionar con el Peugeot 206 de la pareja.
