“A veces hay que hacer revisiones para que el teatro mantenga su dureza. Su autor tenía 21 años cuando escribió esta obra. Era un texto atrevido y potente, como correspondía a su juventud, pero esta nueva lectura, que incorpora ocho escenas, gana en madurez”, dice Fraga, que encuentra en este nuevo montaje una especie de cruce entre los estilos de [Harold] ‘Pinter’ (en la versión original) y ‘Shakespeare’ (tras su reinterpretación).
Humor y realidad
Guardias civiles, camellos, prostitutas e inmigrantes son algunos de los desesperados protagonistas de esta obra, que se balancea, según su director, entre el humor (“los andaluces somos los que mejor nos reímos de nosotros mismos”, opina) y el retrato de “la cruda realidad”; y cuya trama gira en torno a una visita oficial del Rey de España a la localidad gaditana, excusa de Salvatierra, nacido en Algeciras, para montar “un Esperando a Godot a la andaluza”, un texto en el que el autor, nacido en 1978, “da la palabra, para que sea gritada, a los que nunca son escuchados”.
“Aspiramos a que la obra resulte fresca, tenga fuerza y juegue alrededor de la verdad, que al fin y al cabo es el objetivo de cualquier tipo de teatro”, explica el director del montaje. “Es un espectáculo”, continúa, “para todos los públicos, aunque hemos querido mandar a los adolescentes que vengan a verlo un mensaje especial, porque es muy doloroso comprobar que entre los más jóvenes hay instintos racistas”. Por este motivo habrá funciones especiales para este sector del público las mañanas de los miércoles hasta el próximo 1 de febrero. “Y es que El rey de Algeciras, en la que la novena provincia andaluza es presentada como una víctima de su propia condición fronteriza, trata del problema de la inmigración, de la corrupción y del tráfico de seres humanos, al fin y al cabo”, dice Julio Fraga, “asuntos corrientes en cualquier lugar del mundo”.
El rey de Algeciras, que visitará más tarde varias ciudades andaluzas y que ahora dura más (alcanza hora y media),está interpretada por los actores Aníbal Soto, Marisol Membrillo, Manuel Monteagudo, Miguel Zurita, Olga Salut, Sergio Domínguez Parreño y Salvador Reina.
El pasado mes de noviembre, cuando la consejera de Cultura, Rosa Torres, y el director del CAT, Francisco Ortuño, presentaron esta obra, el peculiar estreno del CAT para la nueva temporada, y las otras tres que componen la programación de esta institución de la Junta de Andalucía, Rosa Torres dijo que a la obra le falta “la mirada de la mujer”.
La nueva versión refuerza la presencia de la única mujer que aparecía en la primera versión y convierte a la antigua pareja de guardias civiles hombres en una unidad mixta con una agente.
