La ilusión de todos permaneció intacta a pesar de la sombra de la crisis, que tan sólo se percibió en un detalle: tradicionalmente, los Magos de Oriente hacían su llegada a la Villa en un helicóptero que cedía el Ministerio de Defensa, que este año se ha eliminado como medida de austeridad.
Pero a pesar de todo, los Reyes Magos y su cortejo llegaban desde la Base Naval de Rota hacia la Plaza del Triunfo para saludar a los niños, cortejados en todo momento por la Policía Local, para posteriormente unirse a la cabalgata que salía, sobre las cinco de la tarde, de la explanada de Renfe para recorrer las calles de la localidad.
Este año, la cabalgata ha estado compuesta por trece carrozas, en las cuales se pudo ver al Cartero Real, a la estrella de la Ilusión, a las Damas del Rosario con sus pajes, y a las Sirenas del Carnaval con sus respectivas cortes de Ninfas, y a los esperados monarcas de la Ilusión. El colegio salesiano de Nuestra Señora del Rosario participó encarnando el cuento de la Bella y la Bestia con su propia carroza, y el acompañamiento musical lo pusieron dos bandas de música de la ciudad.
El itinerario que recorrió la Cabalgata recorrió las calles San Juan Bosco, Juan Sebastián Elcano, Duque de Ahumada, Cibeles, avenida América, Neptuno, María Auxiliadora, avenida San Fernando, Higuereta, Aviador Durán, plaza San Roque, Mª Auxiliadora, avenida San Fernando, plaza del Triunfo, Calvario, Veracruz y hasta la Plaza de Andalucía, donde finalmente se disolvía.
Desde allí, los Reyes Magos se trasladaban hasta la plaza Bartolomé Pérez, donde realizaron la tradicional adoración al niño Jesús en el Belén, para continuar con el tradicional reparto de juguetes y caramelos que los Reyes hacen en la plaza de España, y que concentró a cientos de personas que se afanaron por conseguir algún regalo o algún caramelo.
Respecto a los deseados caramelos, este año los Reyes han repartido por la localidad la cantidad de 5.000 kilos, con y sin azúcar, atendiendo a una petición realizada a la delegación de Fiestas por parte de la asociación local de Diabéticos. También se repartieron, para regocijo de todos, unos 4.500 juguetes.
Niños y mayores salieron a la calle a pesar del frío para ver a los Reyes Magos, sabiendo que de vuelta a casa les esperaba una noche de nervios y de espera.
Algunos pequeños a los que sondeó Rota Información nos aseguraron que dejarían algunos dulces y una copita de anís para los Reyes, así como agua o leche para sus camellos, para el largo camino que les esperaba durante la noche.
En cuanto a las peticiones, imperan este año las videoconsolas y accesorios para éstas, tanto para niños como para niñas. Aunque algún avispado contestó “que se acabe la crisis”. Pero en general, las muñecas, los juegos, y los peluches, han poblado los sueños de los pequeños de Rota esta noche, sueños que, seguro, se harán realidad al despertar.
