Según informa en un comunicado el Cuerpo Nacional de Policía, los hechos se desencadenaron a raíz de que la Sala del 091 recibiera la llamada de un hospital de Granada en la que se alertaba del ingreso de un varón con unos fuertes dolores abdominales a consecuencia de la ingestión de 39 bolas de hachís.
Una dotación del Cuerpo Nacional de Policía se presentó en el hospital y se entrevistó con el personal sanitario que se disponía a realizar las pruebas para verificar que el individuo había ingerido las sustancias estupefacientes y que estaba sufriendo fuertes dolores abdominales por esta causa.
Los facultativos pudieron confirmar que la droga estaba alojada en la cavidad intestinal y abdominal del sujeto, por lo que fue detenido, aunque se estableció un dispositivo de custodia policial en el hospital para vigilarle hasta que le extrajeran la droga.
A pesar de los riesgos para la salud que supone transportar droga en el interior del cuerpo, el detenido no presentaba daños graves y tras recibir el alta médica fue puesto a disposición de la autoridad judicial, que ordenó su ingreso en prisión.