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La derrota el 9J también pone en el disparadero a Ruiz Boix

El secretario general se apresura a postularse a la reelección, pero en el partido asumen que, quien pierde elecciones, se sitúa en la cuerda floja

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  • Juan Espadas, con Juan Carlos Ruiz Boix, en Cádiz. -
  • Fuentes de la formación descartan, no obstante, que el partido vaya a saltar por los aires antes de las primarias
  • Los bloques enfrentados desde el último congreso se mantienen con los mismos apoyos y ninguno tiene hoy nombre para un liderazgo alternativo

El batacazo del PSOE en Andalucía el 9 de junio ha cerrado un ciclo electoral terrible para el partido que mantuvo la hegemonía durante 40 años en la región, con cuatro contundentes derrotas frente a un PP con Juanma Moreno en figura.

Horas después de consumarse los peores augurios que se barruntaban en campaña, voces como las de Juan Pablo Durán, miembro del PSOE de Córdoba y del Comité Director del partido a nivel regional, o Luis Navarrete, histórico dirigente sevillano, pidieron abiertamente la dimisión de Juan Espadas.

En Cádiz, levantó la voz el alcalde de Alcalá de los Gazules, Javier Pizarro, miembro de la insigne saga del socialismo andaluz e integrante de la actual dirección provincial, quien planteó la necesidad de que la militancia se pronuncie sobre su continuidad.

Sin embargo, la crisis también se ha abierto a nivel provincial. En Málaga, unos 70 veteranos dirigentes del PSOE han suscrito un manifiesto con el que instan a la dirección provincial, encabezada por Dani Pérez, que dé paso a un nuevo equipo por “la debilidad de la formación”.

En Cádiz, Juan Carlos Ruiz Boix está en la picota. En el caso gaditano, no ha habido una queja pública, pero críticos y afines hasta ahora al alcalde de San Roque y diputado nacional admiten en privado que “el partido está en ebullición”, aunque ha habido mar de fondo desde prácticamente el primer día en el que asumió sus responsabilidades.

A mediados de febrero, Ruiz Boix se enfrentó a un Comité Provincial tenso en Benalup ante la denominada “revolución de los fontaneros”, partidarios de una mayor integración de aquellos que estuvieron en la candidatura a la secretaría general de Irene García, cambios en los equipos, como había hecho entonces Madrid y Sevilla, reflexión sobre las relaciones con otros partidos y articular un “discurso que cale”, que refuerce “el liderazgo social” frente a la política actual “de cinco minutos” para redes sociales y ruedas de prensa del máximo dirigente provincial.

Su candidatura al Congreso de los Diputados tras la pérdida de la Diputación de Cádiz fue igualmente polémica porque cundió la sensación de que esto era un “sálvese quien pueda”. La derrota el 9J le ha puesto en el disparadero definitivamente.

Un veterano dirigente socialista gaditano apunta que el fracaso electoral no es imputable exclusivamente a éste, porque las localidades son tan responsables como la política a nivel regional y nacional del partido. Aunque admite que Ruiz Boix es secretario general hoy, pero no se sabe mañana, porque todo el que no gana acaba en la cuerda floja.

Cuestionado sobre las declaraciones en la que sostuvo que se encontraba con fuerzas suficientes para la reelección, rebaja expectativas. Todos los escenarios están tan abiertos, con posibilidad incluso de elecciones generales o una salida abrupta de Espadas, que es aventurado postularse.

 En términos similares se expresan fuentes solventes de la formación. Si bien coinciden en que Ruiz Boix ha enfadado a todo el mundo, también reconocen que el PSOE de Cádiz no va a estallar y habrá que esperar a las primarias, que en Cádiz están previstas para el otoño del próximo año.

La situación actual es similar a la del último congreso, con porcentajes de respaldo de la militancia repartidos entre las familias políticas, como susanistas, pizarristas y romanistas, con el alcalde de Chiclana agitando el debate y criticado por Ruiz Boix; y facciones en torno a la anterior secretaria general, territorios como la Sierra o agrupaciones locales como Algeciras, muy dividida, o Jerez, rota, acomodándose de cara a la previsible batalla.

La diferencia está en que, si bien permanecen los mismos bloques con idéntica fuerza que entonces, no hay nuevos actores. ¿Quién va a liderar el futuro?, se preguntan. Lo ideal, apunta otra voz con peso, es que se apueste por alguien joven, ajeno a las luchas cainitas tradicionales, que revitalice el partido, tanto en su actividad como en la agenda política, con un perfil similar al de Juan Francisco Serrano, a quien señalan como sucesor de Espadas.

Todo está por ver. En cualquier caso, advierte, el corazón del PSOE en Ferraz tendrá un papel decisivo en la salida a todo este lío.

 

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