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El cementerio de los ingleses

El retorno de Goebbels

Una vez elegida esa idea para agrupar los adversarios, identificamos a los componentes de ese grupo que hemos establecido como 'enemigos de España'

Publicado: 12/05/2024 ·
15:55
· Actualizado: 12/05/2024 · 15:55
Autor

John Sullivan

John Sullivan es escritor, nacido en San Fernando. Debuta en 2021 con su primer libro, ‘Nombres de Mujer’

El cementerio de los ingleses

El autor mira a la realidad de frente para comprenderla y proponer un debate moderado

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La estrategia mediática de la ultraderecha no es nueva. Quizá ahora se haya actualizado aprovechando las nuevas tecnologías y el altavoz de las redes sociales, pero en esencia sigue siendo la misma. La propaganda de Joseph Goebbels, ha vuelto. No es la primera vez que lo digo, así que les invito a este análisis sobre los principios que la rigen.

El principio de simplificación (o de enemigo único) consiste en crear una idea contra la que hay que combatir. En este caso, la que más utilizan desde Vox y su partido nodriza (el PP) esla de enemigos de España. Cruzan el sentimiento de pertenencia (yo soy español) con esta premisa de que todo lo que no sean los españoles van contra mí.

Una vez elegida esa idea para agrupar los adversarios, identificamos a los componentes de ese grupo que hemos establecido como enemigos de España. En este caso, izquierdistas, feministas, colectivo LGTBI, inmigrantes... Principio del método de contagio.

Pasamos al principio de transposición. Se trata de combatir el ataque con el ataque, incluso achacando al adversario defectos propios. Por ejemplo, cuando los demás partidos acusaban a Podemos de corrupto pese a las innumerables causas archivadas.

El principio de vulgarización, o adaptar la propaganda al nivel de los individuos menos inteligentes del público deseado para que sea comprensible para esta. Baste ver El Hormiguero o leer cualquier panfleto tipo OK Diario, The Objective, etc. para constatar su uso.

¿Recuerdan la frase “una mentira repetida mil veces puede convertirse en verdad”? Es el principio de orquestación, la reiteración incansable de un pequeño número de ideas, desde diferentes perspectivas pero convergiendo en el mismo concepto. Lo vimos contra Iglesias, Montero y los suyos en su día y, más recientemente, contra la mujer de Pedro Sánchez.

También hemos de citar el principio de renovación, esto es, la emisión constante de informaciones, bulos y argumentos nuevos a un ritmo que impida una respuesta efectiva del adversario porque la audiencia ya esté interesada en otra cosa. Saturación informativa, vaya.

El principio de verosimilitud, construir argumentos a partir de fuentes diversas o deformar los datos para defender una idea falsa. Por ejemplo, si un violador es marroquí, deformar ese dato para convencernos de que todos los marroquíes son violadores. Se usa mucho contra la inmigración de origen árabe.

Principio de silenciación, o lo que viene siendo acallar esas cuestiones para las que no tengo argumentos favorables y disimular las noticias favorables al adversario, contrarrestándolas con la ayuda de medios afines. No hace falta explicar mucho más.

Principio de transfusión, usando la mitología nacional, la cultura del país o un conjunto de odios y prejuicios tradicionales para fomentar filias y fobias. Así, se ve el uso actual de la religión católica, la tauromaquia y esa España cañí contra progresistas, inmigrantes, etc.

Después toca convencernos de que pensamos como todo el mundo (principio de unanimidad). También a la inversa, que un problema o idea no interesa a nadie. Por ejemplo, actualmente se utiliza contra la inclusión.

Después de esto, creo que puedo afirmar dos cosas: que la ultraderecha tira de Goebbels para hacer valer sus ideas y que desconocer la historia, visto el efecto logrado, hace que volvamos a caer en los mismo de hace casi cien años. ¿Qué piensan ustedes?

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