Iturbe ha sido el primero de los 16 marineros vascos y gallegos del Alakrana que ha testificado en el juicio a los dos piratas apresados nada más producirse el secuestro, el 2 de octubre de 2009, que comenzó ayer en la Audiencia Nacional con la prueba testifical anticipada (lo habitual es que declaren primero los acusados) ante la
dificultad de ajustar las fechas a los periodos de faena.
El próximo jueves está previsto que declaren los acusados para los que el fiscal Jesús Alonso pide 220 años de prisión para cada uno por 36 delitos de detención ilegal (uno por cada uno de los marineros secuestrados) y uno de robo con violencia e intimidación y uso de armas.
Iturbe, que declaró ante el tribunal con ambos acusados sentados detrás de él, precisó que Abdu Willy, que “luego supimos que tenía un hermano entre los otros piratas”, era el que daba órdenes al otro acusado, al que señaló como el pirata que le propinó un “culatazo” el primer día de secuestro.
Emocionado y “muy nervioso”, hizo un relato pormenorizado de todo lo que sucedió desde que los piratas abordaron el Alakrana, al que los tripulantes acabaron llamando “el barco de la desesperación”.
“A raíz de esto no estoy bien. Ha destrozado a mi familia, a mí, a mi mujer, a mi hija”. “Pero las alubias hay que traerlas de dónde haya. Hay que volver allí, porque no hay mas” y por eso ha tenido que pedir el alta médica “sí o sí”, lamentó el marinero.
Durante el secuestro, fueron habituales las “amenazas”.