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Ciento uno o el ciento por uno

No hemos cumplido aún el primer año de mandato municipal, pero las aguas bajan turbias desde hace meses

  • Acuerdo por Jaén. -

No hemos cumplido aún el primer año de mandato municipal, pero las aguas bajan turbias desde hace meses. El Partido Popular ha sido mucho más rápido en mostrar su menosprecio cotidiano a Jaén Merece Más que en implementar medidas correctoras del desequilibrio territorial en los presupuestos andaluces. Hermetismo, puenteo, soberbia. Y olvido, una vez más. De los ciento un puntos del Acuerdo por Jaén pactado ante notario, es notorio que pocos se están cumpliendo. Otros han pasado ya a ser una quimera, porque una atmósfera de letargo y de silencio parece imponerse. Tempus fugit a favor del aparato del partido de centroderecha, que quiere  extirparse un forúnculo con sede en las Protegidas. El PP pretende que Jaén Merece Más muera por inanición, mirando cómo giran las manecillas del reloj catedralicio desde los despachos de Santa María, cuando ya no haya margen para emplastos ni medicinas. Las elecciones generales les demostraron que no fue popular, tras las municipales, pactar siempre con el partido del mismo nombre, porque le pusieron en bandeja al PSOE el argumento de que eran la marca blanca del PP. Los socialistas saben que no es así, pero quisieron aprovechar la oportunidad para marcar gol con solo empujar el balón: está claro que también a ellos les estorban en el mapa político.

No hemos llegado aún al primer año de mandato municipal, pero muchos paisanos menean la cabeza ante las dudas que les suscita la gestión de la ciudad. No resulta extraño que los votantes de izquierdas lo hagan, pero lo verdaderamente revelador es que muchos de ellos pertenecen a una línea ideológica mucho más próxima al Partido Popular. El PP arrasó en todas las capitales andaluzas, menos en Jaén. El PP venció holgadamente en suelo jaenés tanto en las generales como en la autonómicas, pero perdió en las municipales. Es el síndrome de la mano retraída, que hace que  una parte nada desdeñable de sus votantes naturales no confíe en el equipo capitalino y opte por la abstención. Un hecho objetivo que debería estar más que escudriñado por la directiva del partido, porque no es la primera vez que ocurre. No todo el mundo vota en las locales en clave nacional, como pretenden los aparatos. El gestor Agustín González fue la gran apuesta personal de Erik Domínguez. Las referencias del candidato invitaban al optimismo, pero le diseñaron un equipo muy descompensado, desigual de talento, casi sin pegada e inevitablemente romo: al alcalde, con el paso de los meses, se le ha acabado calcinando la sonrisa en los labios, mas si Ancelotti entrenara al Real Jaén tampoco ascenderíamos a Primera. 

No hemos llegado aún al primer año de mandato municipal, pero la paciencia de los Merece en el ayuntamiento se consume. Dejan claro que no es esta una relación conyugal, sino de conveniencia. “Haremos lo que más convenga a la ciudad”, afirman. La semana ha sido intensa, y el pregón de la cofradía de los Estudiantes —doña Cuaresma sigue mandando— retrasó la entrega del documento socialista, con el visto bueno de varios ministerios y la mediación del diputado Juan Francisco Serrano, serrano de Mágina. En Jaén Merece Más lo quieren todo atado y bien atado para continuar las conversaciones, ya que Pedro Sánchez ha demostrado ser un maestro del embuste. Unos ofrecieron ciento un puntos para un acuerdo, y otros ofrecen el ciento por uno: sanear parcialmente un ayuntamiento maniatado y moribundo a cambio de gobernar la capital.

En las Protegidas saben que acabar el mandato de la mano de un partido que no cumple sin haber tanteado otras opciones es sinónimo de sepelio, tierra y olvido. Por otra parte hay quien considera prematura la separación. Aquí nadie se fía de nadie y todos mueven ficha, salvo el PP, que se sepa: “Deberían estar trabajando contrarreloj para ofrecernos algo gordo esta semana”. Esto va en serio.

 

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