Una vez más, lamenta el responsable popular, los plazos han vuelto a coger desprevenido al equipo de Gobierno, y la fecha que se dio en pleno mes de marzo, que aseguraba que los trabajos estarían concluidos a finales de noviembre, no se ha cumplido, y todo apunta a que existen retrasos acumulados que van a relegar su puesta en funcionamiento hasta no sabemos cuándo.
Mientras esto ocurre, los alumnos son los primeros que tienen que sufrir la pésima planificación de unos trabajos que, si bien eran necesarios, debían haberse previsto en tiempo y forma para evitar el desbarajuste que este curso han supuesto las obras de adaptación de este centro para la incorporación de nuevos grados.
En su día, los alumnos mostraron su descontento con la situación generada de buenas a primeras, cuando comenzaron los trabajos con ellos dentro, obligándolos a improvisados cambios de aula para permitir que las obras pudieran proseguir. Poco después, esta situación se volvió insostenible y se decidió repartir a los alumnos a la Escuela Politécnica y al Instituto Miguel Hernández, con los consiguientes perjuicios que esta situación les acarrea.
Por tanto, existe un problema y corresponde al equipo de Gobierno aclarar cuál es su parte de responsabilidad en este retraso o si, por el contrario, es la propia Universidad de Cádiz (UCA) la que mantiene esta ilógica situación, que todo apunta se está alargando para ser inaugurado en pleno periodo pre-electoral.
Desde el PP, concluye Landaluce, respaldaremos cualquier mejora que vaya a significar un incremento en la calidad de la enseñanza universitaria, pero lo mínimo que se puede hacer es priorizar cualquier actuación para poder llevar a cabo los trabajos, pero que estos no afecten a los alumnos ni a su normal desarrollo.
