El pleno de hermanos mayores aprobó hace poco más de una semana la celebración de una procesión magna mariana el próximo 12 de octubre abierta a todas las corporaciones de la ciudad. Ahora tendrán que ser los cabildos de hermanos quienes decidan si sus imágenes titulares se suman o no a la propuesta del Consejo local de la Unión de Hermandades.
Tras ese refrendo por parte del pleno de hermanos mayores, ya podemos decir aquello de ‘habemus magna’...
–Así es. El obispo condicionó en septiembre su visto bueno a esa aprobación por parte del pleno de hermanos mayores y así se ha hecho. A partir de ahí, ¿cuáles son los siguientes pasos que hay que dar de cara a la organización de este evento, que promete ser multitudinario? –Ahora tendrán que ser las hermandades las que convoquen a sus cabildos de hermanos para que sean ellos quienes decidan si participan o no en esta procesión. En cuanto sepamos con cuántas hermandades contamos empezaremos a esbozar esa magna.
¿Se va a poner una fecha tope a las hermandades para que ofrezcan esa respuesta?
–Dadas las fechas en la que nos encontramos entiendo que lo lógico sería que se introdujera un punto extraordinario en los próximos cabildos de salida donde se aborde la procesión magna. Entiendo que antes de Semana Santa deberíamos ya tener respuesta por parte de todas las hermandades.
Hace algunos meses consideró “inviable” la celebración de una magna con 40 pasos en la calle. ¿Por qué ahora sí puede serlo?
–Nuestra idea inicial era organizar una magna de palios, pero el obispo dejó la puerta abierta a que participaran imágenes sin palio y el pleno decidió que fuera así. Tendremos que saber el número definitivo de hermandades que participan y a partir de ahí daremos traslado tanto al Obispado como al Ayuntamiento. No podemos dejar de lado que vamos a ocupar la vía pública, vamos a cruzar muchas calles, y necesitaremos la asistencia de la Policía Local y la Policía Nacional. Además, el Cecop también tendrá que hablar. Si con 40 pasos estábamos en la línea, con 48 es aún más complicado. Habrá que estudiarlo y ver las diferentes opciones.
¿Se llegó a plantear el Consejo la posibilidad de acotar un poco la historia? De decidir las imágenes que debían participar en esta procesión...
–No nos veíamos con la facultad de decir quién participaba y quién no. No queríamos convertirnos en árbitros de imágenes y palios. Entiendo que todo el mundo quiera salir y hacerlo con las máximas galas posibles.
¿El Consejo ya tiene en su cabeza cómo quiere que sea esa procesión, en cuanto a horarios e itinerarios?
–Teníamos un proyecto..., pero ahora todo va a depender del número de hermandades que participe. Todo dependerá de eso.
Pero vamos a poner una cifra. Imaginemos que salen 40 imágenes, que no es para nada descabellado... ¿Habéis calculado cuánto tiempo tardarían en pasar y cuánto espacio ocuparían?
–Hemos fijado un tiempo de paso de cinco minutos, porque los cortejos estarán limitados a una cruz de guía o cruz alzada, cinco parejas de cirios, guión con cuatro varas, otras cinco parejas de cirios, presidencia y acólitos. Serían doscientos minutos, que son más de tres horas. Ir más allá creemos que es excesivo.
Pero me está hablando del paso de las imágenes por la Carrera Oficial. También tendrán que llegar hasta ahí y regresar a sus templos. ¿Hay capacidad para un movimiento de esa envergadura? ¿Ha pensado cómo llegar y volver?
–En ese aspecto tendrá mucho que decir la Mesa de Seguridad... Cabe la posibilidad de que a lo largo de la semana previa a la procesión magna las hermandades de zonas más alejadas se trasladen a templos cercanos a la Carrera Oficial, pero luego tendrían que volver a sus templos y antes o después habría que disponer de policía y medios para hacerlo.
¿La Carrera Oficial sería la de la Semana Santa?
–Nuestra intención es colocar el mayor número de sillas posible para ayudar a las hermandades, pero dependemos del Ayuntamiento. Una opción que estamos barajando es empezar en la plaza de la Asunción, aprovechando la fachada del Cabildo antiguo. La procesión continuaría después por la calle Consistorio y llegaría a la plaza del Arenal, a la que rodearía por completo porque de este modo cabrían muchas sillas. Después seguirían por Lancería y Larga hacia Santo Domingo, aprovechando los palcos de Semana Santa. En Cristina solo se montarían dos alturas, porque tenemos la premisa de no tapar la visibilidad y en ese sitio cabría muchísima gente. La opción es terminar junto al palacio Domecq, pero se podría alargar en función de la demanda de sillas. Entendemos que la llegada a la plaza de la Asunción es cómoda y que habría vías de acceso y evacuación tanto allí como en Cristina.
¿Habrá bandas de música en esa Carrera Oficial?
–Se va a estudiar, porque cuarenta pasos sin música uno detrás de otro... Se está pensando en colocar una banda cada determinado número de pasos o también en la posibilidad de que se ubiquen a lo largo del recorrido. Se va a crear una comisión para estudiar este asunto.
¿Es viable que esos traslados de imágenes al centro se hagan en un mismo día?
–Entiendo que tendrían que ser entre el miércoles y el viernes. La Hermandad del Mayor Dolor ya ha planteado que quiere salir desde otro templo porque no le ve sentido a salir de San Dionisio cuando el recorrido oficial comienza allí mismo.
¿Cómo se planteará la venta de sillas?
–Se habilitará una plataforma on line después de Semana Santa o Feria. La idea es que en octubre ya esté todo vendido. Tenemos que ver si hay preferencia para los abonados habituales de los palcos.
¿Hay otras vías de financiación?
–Tenemos ya el compromiso de la Diputación y de varias fundaciones y el presidente de la Junta y la alcaldesa ya han dicho que nos apoyan...
¿Y si llueve qué pasa?
–Habrá que verlo con el obispo, pero hay que pensar en que no va a llover...