El Unicaja Málaga afronta su penúltimo partido del año en el Palacio de los Deportes de Murcia, donde le espera un UCAM que es quinto y tiene en sus manos la clasificación para la próxima Copa del Rey, que se jugará en el Martín Carpena.
El morbo de este duelo es palpable desde el pique que se generó la temporada pasada a raíz de la eliminatoria de cuartos de final de Basketball Champions League, de la que los cajistas salieron victoriosos. Desde entonces, el grado de enemistad entre unos y otros añade picante a un choque, ya de por sí interesante.
La expedición malagueña ha viajado directamente desde Grecia, donde jugó este martes, hasta Murcia, sin pasar por la Costa del Sol. La ocasión es idílica, puesto que de ganar, el Unicaja aseguraría terminar el año en segunda posición, puesto que aventajaría en dos triunfos al FC Barcelona (su último rival de este 2023) y Valencia Basket.
Por lo que respecta al partido en sí, la gran noticia está en el regreso de Augusto Lima. El pívot brasileño gozó de sus primeros minutos tras un año ante el Peristeri y ante los pimentoneros será uno más en la rotación de Ibon Navarro.
Un UCAM que cotiza al alza
Los de Sito Alonso también llegarán con la moral por las nubes, tras asegurar recientemente su clasificación como primeros de grupo a al TOP 16 de la Basketball Champions League, después de vencer por un contundente 75-90 al Tofas turco.
Se espera un ambiente caldeado. Eso sí, el Unicaja no estará solo en tierras murcianas. Aproximadamente, un centenar de aficionados, entre el viaje organizado por la Peña Infierno Verde y particulares, se desplazarán para dar su aliento al equipo e intentar llevarse un triunfo que sería vital antes de afrontar el partido contra el conjunto culé.
