Chaves y el alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, fueron recibidos nada más llegar con gritos de "fuera" y "Andalucía no se vende" por parte de empleados públicos, que portaban banderas de UGT y de plataformas en defensa del sector publico.
A pesar del griterío, Chaves y el alcalde pronunciaron breves discursos de inauguración de la restauración de la plaza, que prácticamente eran inaudibles para la mayoría de los cientos de ciudadanos que habían acudido al acto público.