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Ver a tu hijo en la incubadora, un choque para el que no estás preparado

El 7 por ciento de los bebés son prematuros

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  • incubadora. -

El 7 por ciento de los bebés son prematuros en España, pero "que tu hijo nazca con menos de 40 semanas de gestación, que es lo habitual, y acabe en una incubadora es un choque para el que no estás preparado”, afirma Carlos Clavero, presidente de la asociación de Prematuros de Málaga (Premálaga) y padre de una niña que nació a las 25 semanas.

Su hija Daniela, que ahora tiene 4 años, vino al mundo sin que el embarazo llegase a término, con todos los riesgos y las complicaciones que eso supone para un bebé. “Fue un golpe” -recuerda-, y en ese momento tanto él como su mujer se sintieron muy perdidos porque la prematuridad sigue siendo muy desconocida.

"Los médicos nos comentaron que el parto se podía adelantar, así que la madre tuvo que quedarse hospitalizada y, a los quince días del ingreso, tras una cesárea de urgencia y con apenas 680 gramos de peso, nació la niña".

La realidad es que “uno mentalmente no está preparado” y en este punto echaron de menos atención psicológica para enfrentarse a las circunstancias.

Para ellos, como para muchos otros padres que cada año pasan por su misma situación, se hizo “muy duro” ver al bebe en la incubadora, que no deja de ser “una Unidad de Cuidados Intensivos (UCI)”. Llega a ser, incluso, “angustioso”.

Más ayuda psicológica

Ante la falta de esa ayuda psicológica que hoy solicitan, no les quedó otra opción que apoyarse unos a otros para sobrellevar la situación y, con objeto de asesorar a otros padres y dar visibilidad a la prematuridad, constituyeron la asociación y esta semana, con motivo del Día Mundial del Niño Prematuro, han inaugurado una muestra fotográfica con imágenes de sus pequeños luchadores.

Un embarazo convencional dura en torno a 40 semanas -aproximadamente nueve meses-, pero, cuando el parto se adelanta y se produce antes de que el periodo de gestación llegue a término, el desarrollo del recién nacido no se ha completado, explica a EFE la jefa del Servicio de Pediatría del Hospital Quironsalud Marbella, Adelaida Sánchez.

Por debajo de este periodo de gestación se habla de nacimientos prematuros, pero “todos los casos de prematuridad no son iguales”, aclara la doctora, y dentro de ellos hay lo que se podría señalar como “grados de prematuridad”.

Los de mayor riesgo y los que más secuelas neurológicas pueden presentar a largo plazo son los prematuros extremos, bebés que nacen con menos de 25 semanas de gestación.

Estos niños “no han madurado totalmente” en el vientre materno, por lo que necesitan un tratamiento más complejo, precisa la especialista, aunque se muestra optimista con los avances de la medicina.

Luego están los prematuros intermedios, aquellos que nacen con más de 25 semanas de gestación pero no alcanzan las 32 o 34 semanas, tampoco han madurado al cien por cien en el útero y requieren hacerlo fuera, por lo que necesitan atención especializada para neonatos ante el riesgo de complicaciones respiratorias y cardiovasculares tales como hemorragias.

Finalmente está el prematuro tardío, que muchas veces no se considera un parto prematuro sino pretérmino, apunta la especialista. Se trata de un bebé que ha nacido entre las 34 y las 37 semanas y que, si bien requiere monitorización y cuidados específicos, de salida no presenta la gravedad ni el riesgo de complicaciones de los prematuros extremos o intermedios.

La edad, factor de prematuridad La edad de la madre es un factor que incide en el parto, indica la pediatra Sánchez, y tanto si es una niña muy joven como si es una mujer de cierta edad “tiene más riesgo de tener un niño prematuro”, subraya.

Una alimentación inadecuada, las enfermedades previas de los progenitores o los embarazos múltiples son otros condicionantes que pueden incidir en la prematuridad, indica Sánchez, pero también en este aspecto es optimista, ya que actualmente se realiza un seguimiento exhaustivo del embarazo que permite anticiparse.

Ante cualquier signo que haga pensar a los especialistas que se pueda producir un embarazo pretérmino, tal es el caso de una madre con cardiopatía, obesa o con tensión arterial alta, se adoptan las medidas más acordes al caso para minimizar el riesgo.

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