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El PSOE trata de frustrar la racha electoral del PP en la provincia de Cádiz

Los populares son favoritos, pero no se fían de Vox. Los socialistas hablan de éxitos del Gobierno y no del sanchismo y apelan al voto útil de izquierda

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  • Papeletas preparadas en un colegio electoral. -
  • El PP estará presente en las localidades donde gobierno, pero tratará de captar el voto en los municipios gobernados por independientes y AxSí
  • El PSOE acude a los barrios de las ciudades donde tradicionalmente ha hallado apoyo y no lo ha encontrado en las últimas elecciones
  • Sumar aspira a un diputado, pero Adelante puede malograr sus expectativas

El PP tocó fondo en la provincia en las elecciones generales del 28 de abril de 2019. Con poco más 99.000 votos y un diputado, el partido no tuvo tiempo de rentabilizar la llegada por primera vez al Gobierno de la Junta de Andalucía en diciembre de 2018 que, es preciso recordar, se produjo pese a que la formación obtuvo su peor resultado en 28 años, y se hallaba inmerso en una severa crisis interna tras el congreso que aupó a la Presidencia de la formación a un Pablo Casado que ya entonces parecía desnortado y en Cádiz estaba rota.

La repetición de los comicios en noviembre permitió a los populares recomponerse, abandonando en esta circunscripción el cuarto lugar para ocupar la tercera posición, empatado a dos diputados con Vox, aunque con menos votos, y por detrás del PSOE, primero, que sumó tres escaños.

Cuatro años después, el PP afronta la cita con las urnas del 23J en un escenario radicalmente diferente. Juanma Moreno se ha consolidado al frente del Gobierno autonómico tras cosechar una mayoría absoluta histórica hace un año y en las elecciones municipales ha conseguido conquistar también con mayorías absolutas las alcaldías de Cádiz, Algeciras y Jerez, así como Presidencia de la Diputación, en este caso, gracias a un pacto con La Línea 100x100.

Las encuestas, además, son favorables. La del CIS, de esta misma semana, le da por ganador con cuatro diputados. Sin embargo, los populares no se fían. La desaparición de Ciudadanos del tablero les favorece. Pero no se fían de Vox.

Estas, a diferencias de las municipales y autonómicas, son las elecciones de los de Santiago Abascal. Las tensiones internas tras la dimisión de su presidente provincial, José Ortells, a solo tres meses del 28M, no les pasaron factura. De hecho, han triplicado el número de concejales. Ignoran la lista de Macarena Olona en la provincia. Y los acuerdos autonómicos de Gobierno en Extremadura o Comunidad Valenciana les fortalecen.

Sin el controvertido Agustín Rosetty, los nombres que integran la lista son lo de menos ante un discurso marcado por la necesidad de fortalecer la seguridad y las medidas contra la inmigración ilegal, y recuperar la soberanía del Peñón.

Ante esto, el PP recurrirá nuevamente al efecto Juanma Moreno y remarcará lo bien que le ha sentado a la provincia para completar el cambio iniciado precisamente en el Gobierno autonómico y seguido en ayuntamientos y diputaciones.

El presidente andaluz estuvo en la pegada de carteles el jueves en El Puerto y Alberto Núñez Feijóo participará este martes en un acto en Cádiz. Las localidades donde gobiernan los populares serán prioritarias para hacer campaña, pero también aquellos municipios donde el alcalde es de un partido que no se presenta, como La Línea, Barbate o Villamartín, para captar el voto independiente y andalucista.

El PSOE, por su parte, también ha efectuado una planificación electoral con bisturí. Los socialistas estarán presentes en los barrios donde tradicionalmente han contado con apoyo pero en los últimos comicios se han quedado en casa. La movilización es una de las obsesiones de los de Pedro Sánchez en la provincia. La cifran en un 70% para no solo retener los tres diputados, sino optar al cuarto e imponerse nuevamente en unas generales en Cádiz.

Para ello, evitarán debatir sobre el sanchismo y centrarse en los éxitos económicos y sociales del Gobierno. No es fácil. El propio ministro del Interior y número uno de la candidatura en la provincia, Fernando Grande-Marlaska, así como el líder andaluz del PSOE, Juan Espadas, admitían este jueves, descolocados, que el debate público gira en torno a la figura de Pedro Sánchez y no en torno a la buena marcha del país.

Además, apelarán al voto útil de la izquierda. A los socialistas les escuece todavía que 11.000 papeletas de Más País acabaran en la basura hace cuatro años en la provincia. Ahora, les preocupan que los votos de Adelante Andalucía no sirvan para obtener diputado, sino para restárselos.

También miran de reojo a Sumar, que hoy cuenta en Cádiz con su cabeza de cartel, Yolanda Díaz, en el punto de mira de los trabajadores del sector naval, que se manifestarán de la mano de la Coordinadora de Trabajadores del Metal (CTM).

Sin embargo, las opciones de conseguir un diputado dependen tanto de la capacidad del PSOE o no para aglutinar a partidarios de la izquierda como del tirón que tenga la formación de Pilar González, Teresa Rodríguez y José María González, Kichi. Este 23J, Adelante puede restar como hizo Podemos el 28M. En cualquier caso, la coalición de izquierdas asume con mantener un diputado sería un logro; dos, un triunfo absoluto.

Capítulo aparte merecen los senadores. Quien se imponga, PP o PSOE, tendrán tres; el otro, uno. Los dos partidos insistirán estos días en la importancia de las cruces.

 

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