El obispo de Asidonia-Jerez, José Rico Pavés, ha firmado una nota en la que censura el modo de proceder de la junta de gobierno de la Hermandad de la Yedra en estos últimos meses, lo que le ha llevado a inhabilitar por dos años a su hermano mayor, Manuel Hurtado, amonestando además al resto de sus oficiales.
Monseñor Rico Pavés advierte de que estas sanciones habrían sido mayores de no mediar el “paciente trabajo de mediación” llevado a cabo tanto por el vicario general, Ignacio Gaztelu, como por la propia Delegación diocesana de Hermandades y Cofradías, que han contribuido a “mitigar” la amonestación “inicialmente prevista”.
De igual modo, el prelado deja claro que “se ha buscado en todo momento que la sanción”, que “debía comunicarse antes de que la Junta terminara su mandato, no interfiriera en el proceso electoral en curso”, un objetivo finalmente parece que no se logró dado que el contenido de la misma trascendió a la opinión pública horas previas al inicio del cabildo.
Con el objetivo de “comprender el alcance” de lo ocurrido, el obispo de Asidonia-Jerez recuerda que la Hermandad de la Yedra debió celebrar elecciones en junio de 2022. Sin embargo, “respondiendo a la petición reiterada del hermano mayor y de su junta de gobierno” se concedió una prórroga inicial de seis meses que posteriormente se extendió hasta junio de 2023.
Esa solicitud de prórroga “no se hizo con el refrendo de los miembros de la hermandad, que no fueron consultados en cabildo sobre la misma”, a pesar de lo cual fue concedida “de forma excepcional” y en atención al “trabajo ejemplar de la junta de gobierno durante los meses más duros de la pandemia”.
“Ese trabajo –sigue el escrito de monseñor Rico Pavés- se realizó tras la petición expresa de mi predecesor e impidió ciertamente completar algunos de los proyectos que la junta había programado para su mandato”.
Al justificar la concesión de la prórroga, en escrito de 27 de junio de 2022, el obispo pide “expresamente” tanto al hermano mayor como a la junta de gobierno que siguiera “cuidando la comunión entre todos los miembros de la hermandad, recordando que ese es el principal proyecto que debe siempre cumplirse”.
Al mismo tiempo, el pastor diocesano rogó por escrito que comunicase el contenido del escrito “a todos los miembros de su hermandad”, instándole a dirigirse “con especial cordialidad a los candidatos que ya habían manifestado su deseo de concurrir a las próximas elecciones”.
Sin embargo, una vez obtenida la prórroga, la junta “centró su trabajo en la celebración del 75 aniversario de la bendición de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y Humildad (28 de marzo de 2023), un proyecto que no estaba -ni podía estar- entre los proyectos que no se pudieron completar” como consecuencia de la pandemia, “ya que la fecha quedaba fuera del mandato para el que el hermano mayor fue elegido”.
Según monseñor Rico Pavés, “ha sido en la celebración de ese aniversario donde han tenido lugar los hechos que han desencadenado la sanción”.
Entre esos hechos se incluyen “el traslado e ingreso sin autorización de la imagen del Sagrado Titular en la ermita de San Telmo y la bendición de un nuevo guión de la hermandad sin la preceptiva aprobación”.
Cuando se preguntó al hermano mayor por esos hechos, su respuesta fue “claramente insatisfactoria, no solo por haber incumplido la normativa diocesana, sino, además, por haber silenciado lo que realmente pasó”.
En este sentido, monseñor Rico hace referencia a una carta del propio hermano mayor en el que afirmaba que “una vez a las puertas de la ermita y debido a que la lectura de la Estación de Vía Crucis acordada se realizó por la hermana mayor de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Expiración desde el púlpito del templo, Nuestro Padre Jesús de la Sentencia accedió unos metros al interior de la Ermita, no así el cortejo de nuestra hermandad que permanece en el exterior”.
De esos hechos, “como de la petición hecha al conceder la prórroga, no se ha comunicado nada a los miembros de la hermandad”, insiste el obispo.
“La gravedad de lo sucedido, además del incumplimiento de la Normativa diocesana, está en el modo de proceder de una junta que ha actuado al margen de los miembros de la hermandad en asuntos que afectan a todos”, explica monseñor Rico Pavés.
Así, “estas acciones de la junta, contrarias al derecho diocesano, han comprometido el buen nombre de toda la hermandad”, subraya.
En este punto, hace constar que “ningún hermano de la hermandad ha acudido al Obispado a denunciar estos hechos, sencillamente porque la junta no había informado de ellos al resto de la Hermandad”. Este asunto cobra especial relevancia dado que en los últimos días –y desde el seno de la propia cofradía- se ha trasladado a la opinión pública la idea de que detrás de la actuación del pastor diocesano se encontraba una de las candidaturas que concurrían al proceso electoral, algo que parece estar bastante alejado de la realidad pero que sin embargo ha generado el descrédito de sus integrantes.
“Las juntas de gobierno están al servicio de las hermandades y no al revés. Es decir, no existen para sacar adelante “sus” proyectos, sino para cuidar, en primer lugar, la comunión de los miembros de la Hermandad y conseguir que los proyectos unan a todos”, sentencia monseñor Rico Pavés.
Por último, el obispo deja claro que la inhabilitación para desempeñar cualquier cargo de responsabilidad en las hermandades y cofradías “no prejuzga en absoluto a la persona del hermano mayor, cuya valía personal y eclesial quedan fuera de toda duda”. “La inhabilitación temporal es únicamente una limitación de su actuación en las tareas de gobierno de una hermandad. Y la amonestación formal a los demás miembros de la junta de gobierno es simplemente una advertencia para que actuaciones similares no se produzcan en el futuro”, concluye.