Un equipo compuesto por cuatro estudiantes de Secundaria del Colegio El Pinar ha inventado una solución tecnológica basada en la Inteligencia Artificial (IA) que permitirá a personas de la Tercera Edad relacionarse en entornos digitales, estar conectados en red y aprovechar sus opciones de ocio. Así, la aplicación ha merecido el reconocimiento de la Cátedra Lamarr de la UMA.
Una idea disruptiva, el potencial de la tecnología, la Inteligencia Artificial aplicada (IA) debidamente entrenada y un grupo de estudiantes dispuestas a cambiar el paradigma que se empeña en separar las innovaciones digitales de los grupos de edad senior, un colectivo que será mayoría en la sociedad española en un horizonte no muy lejano. Son los principales ingredientes que han permitido el desarrollo de una innovadora solución tecnológica que está llamada a mejorar la vida y las relaciones sociales de los mayores. Su nombre es 'YayoApp' y sus creadoras son las alumnas del Colegio El Pinar Julia y Nora Doblas, Pilar Messer y Paula López; junto a Celia Cesares, estudiante del centro Alfonso X.
La idea, que ha requerido de semanas de trabajo, formación y tutorización por parte de expertos de la Escuela Técnica Superior de Telecomunicaciones e Informática de la Universidad de Málaga (UMA), les ha servido para hacerse con el Primer Accésit del concurso Desafío Lamarr -Hilda Ericsson- que, convocado por la cátedra del mismo nombre de la citada escuela Técnica Superior, busca el fomento de las competencias STEAM (Science, Technology, Engineering and Maths) entre alumnas de Enseñanzas Medias.
El ingenio, la capacidad de innovación y la habilidad para integrar las claves de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son algunos de los valores que integra esta aplicación dirigida al colectivo de la Tercera Edad.
Tanto la idea como el concepto y su desarrollo acaban de ser reconocidos por el tribunal de un exigente certamen al que han concurrido --en la edición del presente curso-- más de un centenar de jóvenes de institutos de toda la provincia y que ha estado integrado por especialistas de la propia Escuela Técnica, docentes e investigadores de la Cátedra y un representante de la propia multinacional sueca.
Para llegar hasta el último estadio del certamen, el equipo integrado por las jóvenes de El Pinar ha tenido que pasar por varias fases desde el pasado Otoño.
Tras superar los dos niveles previos con la exposición de las ideas de trabajo por parte de las participantes, fue en el estadio 3 --último nivel del concurso-- cuando las estudiantes comenzaron a recibir formación especializada sobre Inteligencia Artificial y algunas de las herramientas instrumentales que les han ido permitiendo obtener las claves para el desarrollo de la iniciativa.
"Desde el primer momento teníamos claro que queríamos trabajar en una idea que sirviera para ayudar a mejorar la vida de las personas y, además, que fuera útil a nuestros mayores pues todas creemos que es un grupo social que va a seguir aumentando y que no lo tiene nada fácil con las nuevas tecnologías", ha explicado Julia Doblas.
Al respecto, ha añadido que nunca han perdido de vista el reto de conciliar la necesidad de crear una aplicación que, a la vez que sirviera para conectar al colectivo senior, pudiera ser fácil de usar y, además, les permita "perder el miedo a usar las nuevas tecnologías", comenta.
Pilar Messer ha agregado que otro de los grandes beneficios de esta app es que "tiene la capacidad de unir a personas que están solas, pues la hemos concebido como una herramienta de socialización".
"Me siento orgullosa tanto por el reconocimiento como por la capacidad que hemos demostrado para trabajar en equipo estas semanas y por la posibilidad que el concurso nos ha dado de conocer a fondo la Inteligencia Artificial (IA) y poder entender su funcionamiento en profundidad", ha añadido Messer, al tiempo que ha incidido en que "hay una gran distancia entre lo que pensamos o nos llega a través del cine y los medios sobre esta innovación y la realidad".
"Es Inteligente por lo que nosotros hacemos con ella, pero no es una solución mágica. Hay que trabajarla y entrenarla para que nos lleve a donde queremos".
Por último, Alejandra Jiménez, docente de Ciencias del centro malagueño que ha llevado la tutorización de las alumnas en clave interna, asegura que las estudiantes han demostrado una gran capacidad de innovación y de adaptación a la hora de implementar la idea y que el reconocimiento supone un impulso "para el resto de compañeras que ven en este campo un gran horizonte para su desarrollo formativo y profesional".
