El centro de salud de La Coma ha reabierto hoy con más policías en las puertas y con un aparato detector de metales en la entrada.
Los agentes de Policía Nacional adscritos a la Policía Autonómica custodian la entrada del centro, mientras la seguridad privada se encarga de vigilar bolsos y mochila para evitar que se introduzcan armas.
El centro ha permanecido cerrado durante doce días en los que únicamente se han atendido las citas de la UCa y de salud mental sin apenas seguridad, después de que el personal solicitara en bloque la baja laboral por las amenazas que recibían de pacientes y familiares.
Ahora, se ha retomado la actividad en las cuatro consultas de medicina familiar, pero no en el servicio de pediatría que por el momento está inoperativo debido a que no han llegado todavía los sustitutos de los dos facultativos que había hasta ahora. Uno de ellos se ha jubilado y otro ha pedido el traslado.
También sigue habiendo bajas en la plantilla de enfermería y administrativa ya que dos de las cuatro enfermeras y una de las dos administrativas continúan de baja.
Además de aumentar el dispositivo policial, desde Sanidad recuerdan que el centro cuenta con otras medidas de seguridad como cámaras de videovigilancia, botón antipánico o código alerta.