Una joven gaditana, concretamente de Sanlúcar de Barrameda y de tan solo 14 años, fallece “porque”, según indican desde el Bufete Ortiz Abogados, al parecer “en el servicio de Urgencias del Hospital Virgen del Camino de Sanlúcar, de José Manuel Pascual Pascual SA, confundieron una meningitis meningocócica con el hecho de que la pequeña había sido drogada y violada, activando el protocolo Violencia de Menores, con lo que se perdió un tiempo precioso, la llamada hora de oro, en dar con el diagnóstico”.
Según indican desde el Bufete Ortiz Abogados, “en el servicio de Urgencias del Hospital Virgen del Camino de Sanlúcar, de José Manuel Pascual Pascual SA, confundieron una meningitis meningocócica con el hecho de que la pequeña había sido drogada y violada, activando el protocolo Violencia de MenoresDe hecho, “la derivan al Hospital Puerta del Mar de Cádiz con dos paradas cardiorespiratorias y, a su llegada, es cuando le hacen las pruebas de punción cefalorraquídeas y RMN craneal”, momento en el que se le diagnosticó la meningitis y posteriormente “entrar en la UCI pediátrica y fallecer”.
En este sentido, el Bufete Ortiz Abogados informa que se “ha presentado Reclamación Patrimonial contra la Consejería de Salud y Consumo del SAS, por unos hechos gravísimos ocasionados en el Hospital Virgen del Camino de Sanlúcar de Barrameda, Hospital concertado con el SAS, en reclamación de 201.820,56 euros”.
Los hechos, según nota de prensa del Bufete Ortiz Abogados, son los siguientes: “En fecha 10/03/2023, los padres de N. G. F. (D.E.P.), acuden junto a su hija al Hospital Virgen del Camino (Jose Manuel Pascual Pascual S.A), porque llevaba dos días con malestar generalizado (náuseas, vómitos y fiebre). La menor llegó con destemplanza, dolor de cabeza, vómito, mareo, rigidez en la nuca y lenguaje ininteligible. Se le realizó una analítica de sangre, la cual atrajo toda una serie de perímetros, claramente, patológicos: Leucocitosis de 18.300, con Linfopenia y Trombopenia. La menor presentaba una alteración del INR a 1.66 (índice que nos indica el tiempo que tarda en coagularse la sangre de una persona. En una persona normal el INR es igual a 1), es decir, ya existía una alteración orgánica. Aún con ello, no se le realiza la prueba de procalcitonina (PCT) ni otros reactantes de la fase aguda para averiguar si una bacteria o virus es el que está causando la infección. Con la analítica de sangre, se conocen los niveles de proteína C reactiva (PCR), con un resultado del 120. La menor se encontraba afectada por reactantes de fase aguda, por lo que, tenía inflamación en el cuerpo”.
La menor “fue llevada a observación del meritado hospital, donde no le realizaron una anamnesis adecuada, no se le pautó un tratamiento adecuado a los síntomas que presentaba y no se le solicitó ninguna prueba médica necesaria en relación al estado que presentaba”, señalan desde el despacho de abogados desde donde añaden que “viendo la sintomatología que presentaba la menor, le toman la temperatura y le realizan una analítica de sangre y de orina porque, según una doctora y una enfermera, ‘parecía tener síntomas de estar bajo los efectos de drogas’. Mientras le realizaban la analítica de orina y sangre, fue sometida a un ‘interrogatorio’ por parte del personal sanitario a su cargo, pensando que la joven había consumido drogas de algún tipo y que por eso no podía mantener una conversación coherente e inteligible, siendo presionada para obtener alguna respuesta sobre si había consumido sustancias toxicas. Ante la negativa de la joven a todas sus insistentes preguntas, es obligada sin su voluntad, a serle extraída la orina mediante sonda, ocasionándole un enorme daño innecesario”.
El bufete Ortiz señala que “la menor comenzó a sangrar por el esfínter debido a que lo tenía muy dilatado, síntoma de abuso sexual, según dijo la doctora. Cambiando totalmente de diagnóstico, sospechan que “pudiera ser ocasionado por una agresión sexual”, por lo que dan parte a la autoridad judicial, que se persona con el médico forense y toman diligencias, desmontando cualquier tipo de agresión sexual. Como podemos observar, seguían dando palos de ciego”.
"Al cabo de unas horas y, ante la falta de pruebas, la menor empezó a convulsionar, a presentar rigidez generalizada y perdió la conciencia; sufriendo una parada cardiorrespiratoria. Los médicos les comunican a los padres de la menor que tienen que volver a repetir las pruebas, ya que éstas no son concluyentes debido a un error. Al poco tiempo Nerea sufre otra parada cardíaca, como consecuencia del paso de un cuadro de sepsis a un cuadro de shock séptico”, señalan los abogados de la familia de la niña fallecida.
En fecha del diez de marzo de este año, “la menor se encuentra en estado crítico y existe un temor por su vida. Les comunican que la menor posee un fallo multiorgánico. Deciden trasladarla al Hospital Universitario Puerta del Mar en Cádiz debido a las dos paradas cardiorrespiratorias que ha sufrido, pero sin ningún tipo de diagnóstico. Al llegar a dicho Hospital, consiguen estabilizarla un poco, pero tiene severos daños cerebrales”.
Al día siguiente “le realizan pruebas diagnósticas para determinar el alcance de las lesiones cerebrales, pero determinan que carece de todo impulso nervioso, estando, prácticamente, sin funcionalidad cerebral. Cuando la paciente es trasladada al Hospital Puerta del Mar de Cádiz, se sospecha por parte de los sanitarios del mismo que padece un shock séptico de probable origen en SNC (Sistema Nervioso Central) y una meningitis bacteriana”.
Finalmente, el día 13 de marzo, “los médicos del Hospital Universitario Puerta del Mar, comunican a la familia la situación actual de la menor de fallo multiorgánico y muerte encefálica, por lo que se procede a la retirada de todos los dispositivos, firmando el acta de defunción”.
Por su parte, desde la dirección del Hospital Virgen del Camino de Sanlúcar señalan que "los hechos se remontan al 10 de Marzo" de este año y que "desde el primer momento se consideró como diagnóstico más probable un síndrome meníngeo y se trató con antibióticos, esteroides y vasopresores". El hospital señala que la joven "ingresó por un cuadro confusional agudo. Dentro de su evaluación, entre otros se realizó un test de drogas en orina que resultó negativo". En este sentido, señalan que "la evolución fue, a pesar del tratamiento intensivo, desfavorable, siendo trasladada al día siguiente a la UCI pediátrica del Hospital Puerta del Mar".
El citado centro hospitalario asegura que "la actuación seguida" por el mismo "fue evaluada en su momento, por la correspondiente comisión del hospital, no detectándose anomalías" en la misma.