Aunque de formación musical clásica, el violinista Paco Montalvo no ha tardado mucho en pasarse al flamenco. Un cambio que se produjo en 2014, cuando decidió “apostar por otro concepto totalmente diferente y más divertido para mí”, explicó. Las razones de este giro hay que buscarlas en su procedencia cordobesa, sus vivencias familiares relacionadas con este arte y su admiración por Paco de Lucía, entre otros artistas. En su espectáculo ‘Alma del violín flamenco’ -que este viernes 16 de diciembre podrá verse en el Teatro Villamarta- lidera una formación donde no falta la guitarra, el bajo eléctrico, la percusión, las palmas e incluso el baile.
‘Alma del violín flamenco’ es un espectáculo que toma el nombre de su primer trabajo discográfico, publicado en 2015. A este primer disco le han seguido otros dos: ‘Corazón flamenco’ en 2017 y ‘Leyenda’ en 2020. “Un espectáculo fantástico que está gustando muchísimo como lo evidencia el agradecimiento del público”, afirmó Montalvo sobre su propuesta.
“He cogido la música española clásica y la he trasladado a nuestra época”, informó. Entre esas piezas se incluyen, aparte de sus composiciones propias, adaptaciones de temas de Sarasate, Falla o Albéniz y, por supuesto, tampoco podían faltar temas de su admirado Paco de Lucía. Así las cosas, sonarán los mejores temas de su discografía, “aunque como estamos muy cerca de la Navidad, vamos a hacer un guiño” a estas fiestas.
Para el violinista ésta es una manera de acercar el flamenco y la música clásica a los más jóvenes. Y, para ello, cuenta con una gran ventaja: su gran asombrosa técnica y personalidad artística. De hecho, está considerado como uno de los mejores violinistas del mundo. La crítica especializada lo describe como un músico deslumbrante que, con tan solo 18 años, fue capaz de conquistar la sala principal del Carnegie Hall de Nueva York. Un dato relevante que lo convierte en el violinista más joven del siglo XXI en actuar en esta sala neoyorkina interpretando el ‘Concierto para violín’ de Paganini.
A partir de ahí, Montalvo inició una meteórica carrera artística que le ha llevado a actuar en América, Asia y Europa y obtener prestigiosos galardones. Sin embargo, llegó un momento en que decidió “tomar mi propio camino, dar un paso adelante y apostar por lo que sentía”. Ese momento vital se produjo en 2014 y “lo que sentía” era el flamenco que, al fin y al cabo, siempre estuvo en su vida.
Del resultado de esta transformación, Paco Montalvo se siente orgulloso. Sin embargo, no ha sido fácil. En su caso, tal vez el éxito se explique por el hecho evidente de saber combinar el dominio técnico del instrumento -que le aportan sus estudios de Conservatorio- con ese toque natural que le aportan sus vivencias flamencas de pequeño. Esas que se remontan a su casa familiar porque, “desde chiquito, he tenido el flamenco hasta en la sopa”.
