El Festival Natura, un evento que surge con la finalidad de proteger y apoyar la naturaleza, impulsado por Iniciativa Natura, celebró su primera edición durante el pasado fin de semana en Barbate.
El escultor y director artístico del Festival, Javier Ayarza, afincado en Zahora, asegura que “se han conseguido gran parte de los objetivos marcados”. Y eso que “aún estamos con la resaca” tras el enorme esfuerzo y la gran cantidad de eventos y actividades que se han desarrollado en los tres días que ha durado el evento.
El Festival Natura ha sido un éxito tanto de participación como de asistencia de un público “tanto foráneo como de la localidad que lo ha disfrutado. Eso es algo que no nos lo tiene que decir nadie, lo hemos visto en sus caras, en las redes sociales… está claro que aunque esperábamos una gran respuesta, en realidad se han superado nuestras expectativas. Se nota que hay mucho hambre de cultura”.
Cultura, arte, gastronomía y naturaleza, ha sido la combinación elegida para acercar al pueblo el amor al entorno y la importancia de su cuidado. “Estamos en un paraíso natural que hay que cuidar y para ello es necesario que la sociedad se implique y conozca el proyecto del renacer de la Janda”, nos explica Ayarza.
Por eso, aunque “los protagonismos se deben ejercer en momentos adecuados, al final lo que queda es el pueblo. Es el pueblo quien debe ser el protagonista y ser consciente de que el cuidado de la naturaleza marca su futuro”.
Y para concienciar sobre ello nada mejor que los niños y niñas. Hasta 560 escolares de distintos centros de la localidad han participado en las distintas actividades en las que ellos han sido los protagonistas. Actividades como la campaña de recogida de residuos en diferentes zonas. “Es un acto simbólico pero que nos ha permitido ver también una situación que no se debería permitir y que debemos criticar y no permanecer indiferentes”, señala en referencia a la gran cantidad de basura que hay depositada incluso en las cercanías del parque natural de La Breña o en los alrededores de la desembocadura del río Barbate. “Si queremos ser un pueblo turístico esto no debería permitirse y es culpa de todos. Desde las administraciones hasta los ciudadanos, por eso insisto en que es necesaria la implicación de toda la sociedad”.
Y para ello, “hemos empezado el festival con los niños, con la campaña de recogida que conllevaba una serie de lecciones, entre ellas la necesidad de que ellos también eduquen a los mayores. Estoy orgullosísimo de esta actividad y ellos se han comportado de manera ejemplar. Además, son actividades que se les queda”.
Aún así, también se han desarrollado otras actividades más divertidas y evitar la ecofobia… se ha jugado a construir nidos, a ser pájaros… “en las que la diversión ha sido la protagonista porque esto es un festival, una fiesta de la naturaleza. Evidentemente el mensaje es duro, la situación es crítica, pero también debemos celebrar lo que tenemos. Y en Barbate hay un 80 por ciento de suelo municipal que es natural, además del mar y su río”.
Y es que “la naturaleza también llena los bares. Es un atractivo enorme como hemos demostrado. Todos los talleres se han llenado” y reitera “teníamos expectativas altas pero se han superado. Por ejemplo, la ejemplaridad ya que cada noche tras los espectáculos y conciertos no hemos tenido apenas que recoger basura”.
En el apartado artístico el éxito también ha sido enorme. “Es imposible enumerar todas las performance, pero sí decir que han sido maravillosas. Cuando se hace un espectáculo así es una garantía y la gente lo recibe con los brazos abiertos”.
Algo que fue evidente el segundo día del Festival, “con Barbate a tope. Actuaciones como la de Ana Florido y sus alumnas, el Coro de Barbate, Sergio Román, Tito Alcedo, Nono García, El Cañejo, Javier Blanco, Clara Montes, Abraham Carmona…”, ha sido “un volcán de emociones, aún necesitamos aterrizar”.
La exposición, con más de cien obras, ha recibido “un río de gente, algo que solo ocurre en los grandes museos. Ha calado el arte y la naturaleza. Han pasado familias enteras, ha sido alucinante. Incluso cuando estábamos desmontando nos preguntaban si aún podían visitarla…”.
Mención aparte merece también “los murales. Han sido la pera, fue una aportación mía. Ha conllevado un enorme esfuerzo económico pero ha merecido la pena porque esa huella permanece en el pueblo. Se ha creado un patrimonio para que permanezca. Son seis pedazos de murales en varias zonas de la localidad y han sido absolutamente gratis para los ciudadanos”.
Y en el lado gastronómico, pues qué decir de Antonio Barriento, gerente y chef de la Traíña en Zahora… “su esfuerzo ha sido enorme”, y la comida del domingo espectacular, con garbanzos con chocos, fideos con caballa y la pringá. Brutal.
Y tras ese lado festivo y artístico, también han resultado todo un éxito las distintas charlas, coloquios, conferencias y mesas redondas en torno a la conservación, el cuidado, el cambio climático, la gestión y custodia del territorio, de Doñana y de las hazas de la Suerte (sobre este último punto se premió y reconoció la labor que durante las últimas décadas lleva desarrollando Pepe Daza).
Se habló de cuestiones positivas, “como el programa del Pericón para la recuperación de la Janda” y negativas, “como hacia dónde vamos y el hecho de que podemos irnos al traste. Es decir, sobre lo divino y lo humano. Festejas la naturaleza pero con sus matices para saber que hay que ponerse las pilas”.
Y es que la madre del festival es Iniciativa Natura, formada por “un grupo de profesionales de la conservación de la naturaleza en los últimos 50 años, que creó un foro abierto donde reflexionar sobre una preocupación común: la pérdida de prioridad de la naturaleza en la agenda política y social en España”. Hablamos “de un grupo de sabios, de los cuales han venido casi todos”, lo que “ha convertido a Barbate es el foco principal de la naturaleza”.
“Ahora toca explicar bien las conclusiones de los distintos foros cuyo objetivo es ver hacia dónde vamos y crear una organización nacional que aporte una nueva visión para llegar a la sociedad, al tiempo que también apoya a otras iniciativas”.
“Debemos volver a conectar con la gente y que la gente vuelva a conectar con la naturaleza, porque para defender algo primero debemos conocerlo. La naturaleza no es un parque temático, está para disfrutarla, para observarla, para deleitarnos con ella porque todos somos naturaleza. Como dice Araujo, vamos a defender la vida de esta sociedad. Somos solo un grano de arena dentro de una naturaleza que se regenerará a pesar de nosotros. Somos nosotros los que estamos en peligro. Para no llegar a ese extremo debemos involucrarnos todos, no solo los conservacionistas”, señala Ayarza sobre un proyecto, una iniciativa que “ha arrancado en Barbate, en la Janda. Aquí comienza esta idea. Hay que soñar alto pero también hay que currar y estar rodeado de gente dispuesta”.
Los organizadores del Festival Natura agradecen “infinitamente” a los artistas participantes, a la gente de Barbate, al Ayuntamiento “por el esfuerzo que ha hecho a pesar de las circunstancia económicas que padece”, a los conservacionistas y a todos los que de una u otra manera han colaborado en hacer realidad este sueño que nace para celebrar la naturaleza.
Un festival que a partir de ahora se vuelve itinerante aunque la idea es volver a Barbate cuando se cumpla uno de los grandes objetivos: que la Laguna de la Janda se convierta en una reserva agroecológica… “algo que sin duda lograremos. Ese día haremos una gran fiesta”. No en vano hablamos del Festival Natura… bajo el epígrafe El Renacer de la Janda.