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Voluntaria de la vacuna Hipra: "Quiero devolver a la Sanidad lo que nos ha dado"

Esta periodista valenciana de 27 años es una de las 3.000 personas que, de forma voluntaria, participan en la fase 3

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Cèlia Cerezo no se lo pensó dos veces cuando, al ver un tuit de la Conselleria de Sanidad de la Generalitat Valenciana en el que buscaban voluntarios para el ensayo de la vacuna española Hipra contra la covid, rellenó el formulario para participar porque, afirma, quiere "contribuir a la transparencia" y "devolver a la Sanidad lo que en algún momento nos ha dado a nosotros".

Esta periodista valenciana de 27 años es una de las 3.000 personas que, de forma voluntaria, participan en la fase 3 de la vacuna española contra el coronavirus, un ensayo que se realiza en una veintena de hospitales de dentro y fuera de España, entre ellos el Instituto de Investigación Sanitaria (Incliva), del Clínico de Valencia.



Se trata de un preparado proteico que simula una parte del virus y, cuando entra en el organismo, genera una respuesta inmunitaria que "queda como recuerdo", por lo que si el virus accede al cuerpo este tiene defensas para actuar rápidamente y proteger de la infección o de un cuadro clínico grave.

SIN MIEDO A LAS REACCIONES ADVERSAS

En una entrevista con EFE, Cèlia Cerezo asegura que cuando se decidió a participar "no tenía ni reticencias ni miedos a las reacciones adversas de la vacuna" porque, afirma, no se pasa a una tercera fase de un ensayo "si previamente no se demuestra que no causa nada grave en la persona".

Además, añade, "al final comprendes la necesidad de las vacunas y el sentido que tienen de salvar vidas y evitar que la enfermedad te cause secuelas como para no tener ningún miedo de contribuir en el proceso".

Asimismo, indica que ha querido "contribuir en la transparencia. Hemos recibido dosis de Pfizer teniendo ese proceso muy lejano, o de Astrazeneca hablando de laboratorios que nos pillan lejos".

Recuerda que un día, por casualidad, vio en Twitter el tuit de la Conselleria de Sanidad que informaba de que se buscaban voluntarios, abrió el enlace y rellenó el formulario con sus datos personales y de contacto.

El lunes 7 de febrero se pusieron en contacto con ella y aunque tenía cita, un día después, para ponerse la tercera dosis de refuerzo de Pfizer, le dieron la opción de ponérsela o de participar en el ensayo.

Tras solucionarle las dudas que tenía acerca de que si la vacuna que le administraban en el ensayo se incluía en el certificado covid digital, por si podría repercutir en el futuro en su movilidad, optó por la vacuna Hipra.

CONTRIBUIR A QUE NUESTRA VACUNA SEA POSIBLE

"Saber que Hipra es de un laboratorio de aquí, que es un trabajo conjunto de colaboración público privada y que es un proceso nuestro, quieres contribuir a que nuestra vacuna sea posible en un periodo más corto que largo", confiesa.

Según explica, prevén que si esta tercera fase de ensayo clínico es exitosa y cumple con los requisitos, es fiable, genera inmunidad y salva vidas, ya casi en verano se puedan tener millones de dosis.

"Cuanto antes mejor porque el virus no se va a ir en un mes o tres, va a continuar y si en tres meses tenemos Hipra, cuanta más vacunas y diversidad, mejor. Y encima es nuestra", afirma.

Para poder participar en el ensayo debía reunir algunas condiciones, como haber recibido las anteriores dosis hace mucho tiempo y las dos primeras vacunas de Pfizer se las administraron en los meses de julio y agosto de 2021.

APOYO DE LA FAMILIA

Confiesa que rellenó el formulario cuando estaba sola trabajando y con la decisión ya tomada, y hasta que la llamaron del Instituto de Investigación Sanitaria (Incliva) no se lo dijo a su madre, su padre y su hermana. "No me dijeron estás loca, no lo hagas, para nada. Al contrario, me dijeron que muy bien".

Asegura que en su familia no ha tenido "ningún elemento reticente a las vacunas y es normal que no hayan mostrado desaprobación en que participe en un ensayo y dé mi cuerpo y parte de mi tiempo a la ciencia".

"Cedes tu confianza a los sanitarios e investigadores y para nada en mi entorno familiar ha habido ninguna reacción adversa ni para frenarme ni decirme que no lo haga".

DIARIO DE SEGUIMIENTO

El 11 de febrero acudió a la sede del Incliva y, tras recibir información y firmar una autorización, pasó por una revisión general de salud y le inyectaron la vacuna.

Según explica, el pinchazo con Hipra le escoció más que con Pfizer, pero el dolor de brazo "fue muchísimo menor" en el caso de la vacuna española.

No sabe si tiene que ver con el líquido que inyectan o con cómo vacunan pero "el dolor físico ha sido mucho menor que con las dosis de Pfizer y no he tenido reacción adversa de ningún tipo más allá del dolor local del brazo".

Tras la administración de la vacuna, los voluntarios reciben un diario donde tienen que anotar cómo se sienten, la temperatura diaria, si tienen algún efecto adverso o las medicaciones que están tomando.

Desde el Incliva le hacen un seguimiento durante un año, y debe acudir tres o cuatro veces para determinar cómo ha funcionado Hipra en combinación con sus dosis de vacunas anteriores o con sus características físicas.

PROCESO RIGUROSO Y EXHAUSTIVO

Afirma que todo el proceso es "superriguroso. Te hacen un seguimiento exhaustivo, serio, tienes que firmar consentimiento, hay una responsabilidad por parte de la empresa, te dan unas garantías, no te genera ningún efecto adverso grave y es seguro. No van a sacar una vacuna al mercado si no es segura".

Según Cèlia, hay gente que desconfía de las vacunas pero hay una Agencia Europea del Medicamento, está la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las instituciones vigilantes del proceso "y nada será grave si es una solución para la covid. Más grave es pasarla y desconfiar de quienes nos tienen que cuidar, que son los sanitarios".

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